Hablar de volar en avión, nos imaginamos viajes de vacaciones en familia o por trabajo. Puede significar diversión, aventuras o responsabilidades. Y puede ser que a las personas les fascine viajar en avión o que se sientan con un poco de pánico. Sin embargo, es algo común sobretodo para aquellos que no son asiduos a volar mucho.
Ahora bien, cuesta creer que hayan personas que hagan viajes aéreos y que tengan malas intenciones tal como conoceremos en la historia de hoy.
Se trata de la azafata Sheila Fedrick. Ella ha tenido que volar muchas horas por su trabajo y le ha tocado presenciar casos durante toda su carrera por lo que está acostumbrada a reaccionar de acuerdo al tipo de problema. Pero ese día, sería uno muy distinto a todo lo que había vivido antes.
Durante un vuelo típico, todo iba normal. Veía a personas algo nerviosas, otras felices. Pero mientras caminaba por el pasillo, vio algo que le llamó la atención.
Había un hombre muy bien arreglado junto a una niña desarreglada. Eso le produjo mala espina pr lo que prestó más atención a la pareja.
Las sospechas
Cuando se acercó para hablar con ellos, el hombre fue osco. Esto no era extraño ya que había todo tipo de pasajeros. Pero presentía que algo no estaba bien. Decidió ir al baño y dejar papel y lápiz, por si se daba la oportunidad que la chica pudiera escribir algún mensaje.
Al volver por el pasillo, le hizo un gesto a la niña, sin que el hombre lo notara. En ese momento, la chica pidió ir al baño. Cuando entró, escribió una nota. Al rato, la azafata volvió a entrar al baño y leyó la hoja. Quedó impactada.
“Necesito ayuda”
La azafata informó al piloto y se contactó con tierra para dar cuenta del hecho.
Cuando aterrizó el avión, ya había policías esperando. Detuvieron al hombre y se llevaron a la niña a un lugar seguro.
Según señala The independent, cuando se le interrogó a la niña y al hombre por separado, se enteraron que la niña tenía 14 años y había sido secuestrada hace 2 meses. Era víctima del tráfico de personas. Gracias a la oportuna ayuda de la azafata, se pudo evitar que todo terminara mal para la chica.
Airline Ambassadors International
Hoy en día, se está trabajando en conjunto con la aduana de Estados Unidos y la policía fronteriza. Lo que ocurrió a Sheila fue en 2001. Pero desde ese momento que es miembro activa de la organización. También ayuda a entrenar a otras mujeres azafatas para que aprendan a distinguir a una víctima.
Según Sheila, “Existen muchas señales que te dan la alerta”. Semanas después del hecho, la azafata recibió una llamada de la niña para agradecerle su ayuda. Ya se encontraba con sus padres y estaba recibiendo terapia. En la actualidad, ambas siguen en contacto.
Tráfico de personas
Según la ONU, anualmente cerca de 1.2 millones de niños son víctimas del tráfico humano. Este crimen representa la mayor actividad criminal a nivel mundial por debajo del tráfico de armas y de drogas.
Estos niños son explotados sexualmente o vendidos como mano de obra barata, e incluso, como soldados. Esto es algo real y no podemos aceptar que siga ocurriendo.
