Está más que comprobado que las políticas públicas afectan la mentalidad de los ciudadanos, pues sabemos que el gobierno de Trump ha sido uno de los más controversiales de los últimos mandato y, desafortunadamente, parece ser que esto está comenzando a emerger en la vida de los propios ciudadanos norteamericanos al momento de encontrarse con inmigrantes.
Un anciano mexicano encontró racismo, odio y violencia desmedida. Su nombre es Rodolfo Rodríguez y todo ocurrió la tarde del 4 de julio. A pesar de ser un anciano tranquilo, de 92 años, que no habla inglés, y vive en Los Angeles con su familia hace muchos años, los hechos lo afectaron a él de igual forma.
Transcurría la tarde del día de la Independencia, cuando el hombre decidió salir a dar un paseo por el barrio. Eran cerca de las 8 de la noche cuando, caminando por la acera, sin querer chocó con una pequeña. Ella no resultó dañada, pero se sintió algo impresionada por el choque contra una persona a la que no conocía. Si alguien choca con alguien en la vía pública, pide disculpas y sigue su camino. No obstante, la madre de la pequeña vio esto y no se contuvo.
La descontrolada mujer golpeó a Rodríguez con todas sus fuerzas. Luego, lo tiró al piso y lo siguió golpeando. La mujer estaba llena de ira que tomó un ladrillo y lo estrelló repetidas veces contra la cara del anciano. Sin duda, un acto bestial.
Un agravante es que la mujer no actuó sola. Ya que según una testigo, que no se atrevió a defender al anciano por miedo a que le hicieran daño, pero grabó todo con su celular, otros cuatro hombres se unieron a la madre en la paliza contra Rodríguez. El testigo que captó el vídeo, asegura que la mujer que golpeaba al anciano le decía, llena de rabia: “Vuelve a tu país, ¿por qué estás aquí?”.
El anciano, limitado por el idioma, no entendía por qué lo estaban golpeando. A esto hay que sumarle que, a una edad tan avanzada, la percepción de las cosas podría verse afectada con facilidad cuando un sujeto experimenta emociones fuertes. No supo qué responder. y por supuesto pedía ayuda en español.
El testigo llamó a la policía. En un intento por distraer a la mujer, le preguntó por qué estaba golpeando al hombre. Claramente, si quería demostrarle algo, eso ya estaba hecho. El resto era rencor, ensañamiento por algo incomprensible. Ella, molesta, respondió que el anciano había intentado “tocar” a su hija. Que era un pedófilo. Merecía esos golpes. La testigo dijo al medio local The Sacramento Bee que eso era mentira.
De acuerdo a su testimonio, lo había visto todo, y el contacto de Rodríguez con la niña solo habría estado provocado por ese desafortunado choque accidental.
El hombre anciano pudo recibir asistencia médica. En una fotografía que la familia del anciano subió a redes sociales, se lo ve seriamente herido. Aún no hay moretones ni hematomas. Las heridas están rojas. La sangre le brilla bajo el labio y le recorre las cejas y los pómulos. tiene una herida en la frente, bajo la línea de la gorra. Tiene un ojo cerrado, probablemente por los golpes, y el otro entreabierto. Su expresión es terrible.
No obstante, también hay otra fotografía. En ella, Rodríguez descansa en el hospital. Un enorme hematoma se extiende desde sus ojos haca su boca, por el costado derecho. Abajo, en el mentón, también se dibuja una gruesa línea que delineó la herida. Sin duda, son fotografías muy difíciles de mirar.
“No representa ninguna amenaza”
Rodolfo Rodríguez, vale decirlo, es un ciudadano legal (a pesar de que, claramente, tampoco se justifica que una situación de estas dimensiones deba sucederle a alguien sin importar el estado de sus documentos de inmigración), y como tal, hizo valer sus derechos.
En estos días, la policía se encuentra buscando a la mujer y a los cuatro bravucones que lo atacaron. Su hijo, Erik Medoza, es una de las personas que exigió justicia en conversación con KCBS. En una entrevista para el medio televisivo, aseguró que su desconcierto es enorme: “¿Quién podría hacerle esto a alguien? Un ciudadano de 92 años, ¿qué podría hacerle a otra persona? No representa ninguna amenaza”.
La familia de este desafortunado anciano abrió una cuenta en GoFundMe, buscando reunir dinero mediante donaciones para dárselas al anciano. Ya han logrado sumar más de 29.000 dólares a la cuenta. Sabemos que el dinero no va a resarcir los daños morales, pero ayudará con su tratamiento médico , al menos.