Él trabajaba como bartender y ella como camarera en el mismo hotel. Se conocieron y el amor surgió entre ellos. Sin embargo, no todo sería color de rosa.
Rob Mooberry empezó a perder peso cuando al año pesaba aproximadamente 27 kilos menos. Amanda Mutchler, su novia, estaba preocupada cuando ningún médico podía darles el motivo de lo que le sucedía a él. Hasta que decidieron hacerle una cirugía exploratoria.
La cirugía permitiría examinar en detalle lo que ocurría. El resultado fue desalentador; se trataba de un cáncer terminal en etapa cuatro y aprovecharon la instancia para remover un tumor del tamaño de un puño que se alojaba en el cuerpo de Rob.
Un cáncer colorrectal atacó a Rob y eso los tomó desprevenidos. Sin embargo, Amanda se mantuvo firme y acompañó a su amor en todo el proceso. Incluso cuando supieron que el cáncer había hecho metástasis y estaba afectando el sistema linfático, vejiga y aorta de Rob.
Habían pocas esperanzas de vida que se redujeron a unas semanas aún con quimioterapias. El miedo al destino hizo que Rob le propusiera matrimonio a Amanda. Ella aceptó sin dudarlo.
Con el primer tratamiento con quimios, no lograron el avance que esperaban. Eso hizo que optaran por terapias alternativas. Rob empezó una dieta vegana, aunque inicialmente fue vegetariana para irse acostumbrando al proceso. Amanda ya era vegetariana por lo que fue más fácil acompañarlo.
‘Yo sólo buscaba estar lo más saludable posible’ dijo Rob y se comprometió a intentar lo que fuera necesario porque ya no soportaba las quimios, aún cuando los oncólogos le indicaron que podía probar con otros tratamientos.
Él tenía semanas de vida pero, poco a poco, se fue curando.
Por fin Amanda y Rob podían seguir con su historia de amor pero sabían que, debido a los fuertes tratamientos que recibió Rob, las probabilidades de tener hijos eran nulas. Por eso intentaron con la fecundación in vitro.
El primer intento no resultó y Amanda tuvo un aborto espontáneo. Pero no dudaron en volverlo a intentarlo.
Así fue que el milagro se produjo. Esta pareja de guerreros por fin le pudo dar la bienvenida a lo que tanto estaban anhelando. Ser padres…pero de ¡dos bebés!
Mooberry dice estar agradecido de la vida y de Amada. Ella nunca dudó ni un segundo en acompañarlo en todo el proceso desde que le diagnosticaron cáncer. Ella lo amaba y, para él ” Esta mujer y su amor pueden obrar milagros”.
Ahora como una forma de retribuir esta nueva oportunidad, la pareja creó una fundación llamada Mu Casa Moo Foundation. Buscan apoyar económicamente a las personas y familias que deben luchar contra el cáncer. Además, venden productos naturales, organizan eventos y reciben donaciones.