El estrés puede estar en todos lados y cada rincón de nuestra vida: en el trabajo y la vida personal, debemos resolver decenas de problemas y tareas importantes. Pero muchas veces, luego de solucionar estos pendientes, basta un pequeño detalle para sacarnos de nuestros cabales.
A continuación te mostramos algunas situaciones que parecieran insignificantes, pero pueden hacernos perder el equilibrio y desquitarnos con el primero que se nos cruce.
Cuando el agua se derrama así
Siempre ganador
“Por eso no dejo que mis invitados laven los platos en mi casa”
A quién no le ha pasado
“¿Para qué poner la cáscara de huevos de vuelta? Estoy casado con un monstruo”
Un mantequillero donde no cabe la mantequilla
Rompecabezas blanco
¿Quién diseña estos empaques?
Esta cafetería sirve la salsa en un salero
Las peores gomas de borrar
“Mi hermana siempre deja una porción diminuta de alimentos para no tener que tirarlos ella”
Hagan un cable más seguro y menos frágil, por favor
Sólo quería abrir el helado
La peor pesadilla de un perfeccionista
“Solo saqué las bananas de la bolsa”
Siempre que lavo los platos
Cuando dejas caer tu trabajo sin querer
“Lo que veo desde mi asiento para discapacitados en el concierto de Metallica. Para ésto viajé 7 horas”
¡¿Por qué necesito una cuenta sólo para VER Pinterest?!
Me enviaron una salsa mal empacada
Cuando los huevos se pelan así
El rey acaba de estacionarse
“Una hora después entendí por qué mis líneas salían chuecas. O, cómo enloquecer por 2 mm”
Realmente frustrante.