El Black Dog Institute de Sidney (Australia) lideró un estudio científico en el que estuvieron involucrado diversos países y que determinó que apenas una hora de ejercicio a la semana, sin importar la intensidad, puede prevenir una futura depresión.
Publicado en la revista científica American Journal of Psychiatry, el estudio señala que este efecto beneficioso del ejercicio regular se observa en gente independientemente de la edad o el género.
A lo largo de 11 años, los científicos observaron los niveles de ejercicio y los síntomas de depresión y ansiedad de 33.908 noruegos adultos. El equipo de investigadores concluyó que el 12% de los casos de depresión podría haber sido evitado si los participantes hubieran realizado al menos una hora de actividad física cada siete días.
Samuel Harvey, el autor principal del estudio señaló que los científicos ya sabían de los beneficios del ejercicio en los síntomas de la depresión, pero “es la primera vez que hemos sido capaces de calcular el potencial preventivo de la actividad física en términos de reducción de los niveles de depresión en el futuro”.
Aunque las razones detrás de este efecto del ejercicio es aún desconocida, la hipótesis planteada por los investigadores es que es el resultado del impacto combinado de los diversos beneficios físicos y sociales de la actividad física.