Todos los seres humanos nacemos flexibles , es por eso que para los niños es tan fácil sentarse en un cordel o poner la pierna detrás de la cabeza. El problema es que con el paso de tiempo, la flexibilidad del cuerpo y la movilidad de las articulaciones se pierden y no hay que ser un genio para darse cuenta que las largas horas de trabajo sedentario en la oficina perjudican más nuestra flexibilidad. Sabemos que a cierta edad ya se complican cosas tan habituales como enderezarte o abrochar el cierre de tu vestido.
Hemos consultado con expertos que nos recomiendan estos 5 ejercicios para ayudar a evaluar la flexibilidad de diferentes partes del cuerpo y determinar tu grupo de edad. Debes estar listo para decepciones, ya que el resultado puede ser desagradable. Siempre debes calentar antes de ejercitarte, por eso te recomendamos calentar: saltar, hacer sentadillas o hacer vueltas con las piernas.
Comprobamos la flexibilidad de las articulaciones de los hombros:
Si lo lograste, todo está bien y estás muy joven. Si salió, pero te costó trabajo, tendrías que hacerlo más a menudo.
Si te resultó muy difícil, entonces envuelve suavemente los codos detrás de tu espalda y quédate unos minutos en esta posición. Te sugerimos practicarlo a menudo si no quieres adquirir el síndrome del hombro congelado.
Comprobamos la flexibilidad de la columna vertebral:
Si lograste poner toda la superficie de tu palma al suelo o tocarlo detrás de los pies, excelente, no tienes más de 25 años o estiras regularmente. Si apenas alcanzaste con los dedos, está bien, pero tienes que trabajar más.
Si no lograste llegar hasta tus pies, tienes que practicarlo frecuentemente. Parece que las articulaciones de tu columna vertebral se preparan para estar en el sillón, envolverse en una cobija o tejer.
Comprobamos la flexibilidad de la parte delantera del cuello y la cintura escapular:
Comprobamos la flexibilidad de las articulaciones de la cadera:
Si lograste llegar con tu frente hasta la rodilla y pudiste quedarte en esta posición al menos un par de minutos, nos da mucho gusto por ti. Tu edad física está cerca de la de un niño. Si no lograste llegar o tu pierna se dobló sin querer, tu articulación ya no tiene movilidad y a los músculos isquiotibiales les falta elasticidad.
Comprobamos la flexibilidad de las articulaciones de la rodilla:
Cuando se es niño, este ejercicio no es difícil. Si te mueves con pasos pequeños, es fácil salir de la postura de lagartija para tomar la posición de la letra “A”. Después de los 30 resulta difícil realizar esta prueba sin doblar los codos, rodillas o la espalda. Lo más importante es solucionar el problema y prestarle más atención a la flexibilidad.
Si no lograste esta prueba, quizás tienes más de 50 y no practicas deportes.