La niña se encontraba en brazos de su papá al momento de recibir el potente golpe.
Ocurrió cuando los Yankees de Nueva York jugaban en momentos que se produjo el grave accidente. En ese minuto bateó Todd Frazzier y le dio con todas sus fuerzas a la pelota pero la pelota se desvió directo hacia el público y se estrelló en el rostro de la pequeña.
Raudamente unos asistentes reaccionaron y trataron de ayudar al sorprendido padre. La pelota viajaba a 128 kilómetros por hora.
El juego se detuvo y un silencio sepulcral rodeó al estadio. Todos observaban cómo trabajaban los paramédicos que se la tuvieron que llevar de urgencia.
El responsable del tiro comentó a KDKA, visiblemente acongojado, “Pensé en mis hijos, tengo dos niños de 2 años… “
El New York Post afirmó que la niña se encuentra estable, pero deberá someterse a un largo tratamiento para recuperarse.
Todos quedaron muy mal por lo que presenciaron. Algunos lloraban, otros rezaban.