Nuestro apellido puede decir mucho de nuestros orígenes y de la historia de nuestra familia.
Aquí te dejamos algunos ejemplos de como algunos apellidos llegaron a ser nombres hispánicos.
Patronímicos
Fue en 1505 el año que un cardenal español estableció el sistema de apellidos que incluso hoy en día utilizamos y que en el siglo XIX comenzó a regularse incluso en América Latina para que hijos de un mismo padre tuviesen el mismo apellido y no uno distinto.
Patronímicos significa que alguien es hijo de, seguido del nombre de su padre. Martínez, proviene de ser hijo de Martín y Rodríguez de Rodrigo, por ejemplo.
Apellidos descriptivos
Algunos apellidos también se relacionaban con el aspecto de los integrantes de una familia o con una característica psicológica para diferenciar a las personas.
Incluso algunos apellidos tienen su base en algún apodo.
Algunos ejemplos son Rojo, Blanco, Delgado, Leal, Bravo y muchos más.
Profesiones y oficios
Así nacen apellidos como Escudero, Ballesteros, Duque, Merino o Ferrer (Ferreira, Ferrero.
Lugares de procedencia y gentilicios
Gentilicios y lugares de procedencia fueron utilizados por los antiguos españoles para diferenciar a quienes tenían el mismo nombre haciendo referencia al lugar de procedencia de su familia.
Así fue como surgieron apellidos como Catalán, Saldaña, Tarragona, Toledo etc.
Características de sus lugares de origen
Este tipo de apellidos surgió de características arquitectónicas, ríos que pasaban por el lugar de procedencia, el clima de esos lugares o algunas características geográficas.
Así nacen apellidos como Flores, Rosales, Peña, Prado y más.
Apellidos hispánicos comunes
La migración ha contribuido a que exista un mayor número de apellidos específicos en algunas partes del mundo:
- España: García
- Colombia, Chile, Argentina y Uruguay: Rodríguez
- México: Hernández
- Perú: Quispe
- Panamá: González
- Ecuador: Zambrano
- Bolivia: Flores
Ahora ya sabes un poco más de como surgieron los apellidos de tus familiares y amigos.
