La contaminación de las aguas y el aire, la tala de bosques y la caza indiscriminada son situaciones que seguimos observando día a día, sin tomarle el peso necesario y pensar que nuestro entorno se está viendo afectado de manera irreparable.
La humanidad se ha dedicado durante años a contaminar el planeta que lo ha albergado y ahora las consecuencias de estas acciones están llegando a un punto sin retorno.
Luego de los incendios y posteriores inundaciones en Australia y los numerosos huracanes que afectan a Estados Unidos y al Caribe, es difícil negar que el mundo está cambiando y si no hacemos algo, todo se consumirá.
Sin embargo, la comunidad científica asegura que el sin de nuestra vida no será por las altas temperaturas o las inundaciones, sino que de una forma mucho más silenciosa y mortal. Será producto de una serie de eventos que provocarán una reacción en cadena que terminaría con todo.
El “Apocalipsis de los insectos” sería la primera etapa de nuestra extinsión.
Los científicos alrededor del mundo han publicado dos artículos que advierten que se necesitan medidas urgentes para impulsar el “bienestar mutuo de personas e insectos”. Aseguran que la humanidad a “empujado muchos ecosistemas más allá de la recuperación” y han enviado a las especies vitales de insectos a la extinción.
Si no se toman medidas urgentes, estos sistemas naturales podrían colapsar y dejar poblaciones del mundo entero en hambruna, ya que “la mayoría de los cultivos dependen de los insectos para sobrevivir”.
Si no hay insectos no hay vegetación. Si no hay vegetación no hay animales ni seres humanos.
Pero eso no es todo, los científicos creen que solo hemos sido capaces de encontrar y clasificar un máximo del 20% de las especies de insectos en la Tierra. El resto de los bichos aún no descubiertos podría poseer genes que nos permiten vencer enfermedades o producir sustancias que tienen un efecto que salve vidas.
Esta situación podría ser causada por especies invasoras, el cambio climático, la sobreexplotación de la naturaleza y las prácticas agrícolas nocivas.
Para evitar el fin del mundo, los científicos piden el monitoreo urgente de las poblaciones de insectos en todo el mundo para comprender el alcance del problema y luego una respuesta coordinada global.
“Si bien pequeños grupos de personas pueden afectar la conservación de insectos localmente, se requiere una conciencia colectiva y un esfuerzo coordinado globalmente para el inventario, monitoreo y conservación de especies para la recuperación a gran escala”.
Michael Sanways, profesor distinguido de la Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica a Metro.
Si queremos que el mundo cambio y mejore, tanto nosotros como los gobiernos deben actuar ahora para frenar la crisis porque luego será demasiado tarde.