Para el desarrollo correcto de un animal, el calor de hogar es fundamental. Muchos de ellos, gatos y perros, pasan sus días en peligrosos callejones, en plena oscuridad y frío. Aquellos que pueden salir de aquellos horribles lugares, muchas veces no logran encontrar un humano que les acompañe debido a las consecuencias físicas de vivir en el abandono. Pero al parecer los milagros existen.
Cuando la hallaron, Rudy estaba tan deteriorada que nadie la quería adoptar. Esta perrita tenía severos golpes en su cuerpo, una fractura de cadera, sarna e infecciones en los ojos y oídos. Su esperanza de vida era mínima, y tenían programada su eutanasia.
El grupo de rescate Houston Street Dog fue a salvarle la vida momentos antes de su muerte, sacándola del lugar y dándole una segunda oportunidad de vida justo antes de que hallara su último aliento.
Fue sometida a un tratamiento bastante intenso para recuperarse, que incluyó medicamentos y diversas inyecciones.
Pero a su tratamiento le faltaba algo importante: necesitaba un reemplazo completo de cadera, pues su lesión -además de ser muy dolorosa- le impedía caminar, correr y jugar.
Así fue como Houston Street Dog empezó una campaña por Facebook para juntar fondos que terminó siendo bastante exitosa. Gracias al aporte de todas estas personas, Rudy es una cachorra muy feliz que puede transportarse sin mayores problemas.
Hoy la vida le sonríe a esta perrita, y ella le sonríe de vuelta. Es feliz tal cual es.
Aunque aún no ha sido adoptada, Rudy ama estar con la gente del refugio que la rescató. Mueve su cola, salta y ladra de felicidad. Sin duda lo mejor es darle una segunda oportunidad a quien lo necesita.