Una de las características fundamentales de los vínculos humanos es el acto de besar. Tiene un rol central en las relaciones pues expresa sentimientos y manifiesta estados de ánimo y emociones. Una investigación reciente, además, ha demostrado que los besos son un ejercicio formidable para deshacerte de esos kilos de más.
El estudio, que fue publicado en “Archives of Sexual Behavior”, asegura que los besos poseen distintos beneficios. Entre ellos, está la quema de calorías.
Cuando besamos, utilizamos hasta treinta músculos de nuestro rostro y cuello. Así que si eres de los que se la pasa besado, te aseguramos que la piel de tu cara lucirá tersa y sana.
Dependiendo de la intensidad y la duración, con cada beso podríamos quemar entre 6 y 100 calorías. Un beso intenso podría quemar hasta 12 calorías por minuto.
“Durante un beso realmente apasionado la velocidad del metabolismo puede duplicarse”, asegura Bryant Stamford, director del departamento de Promoción de la Salud de la Universidad de Louisville. “Es decir, tu cuerpo quema más rápido y de forma más eficiente las grasas y carbohidratos”.
“Besar es un poderoso mecanismo de adaptación que contribuye a la supervivencia de la especie”, señala Marina Sangonzalo, psicóloga del hospital Quirón Salud Valencia. “Y, al mismo tiempo, el roce de los labios con la piel o con los de otra persona provoca una reacción en cadena”.
Esto quiere decir que al besar liberamos endorfinas y otras hormonas relacionadas al cariño y al placer, como la oxitocina y la dopamina, lo que ayuda a liberar ansiedad. Un beso apasionado libera tantas endorfinas, que puede generar efectos analgésicos similares a una pequeña dosis de morfina.
Además, el intercambio de saliva que se produce en los besos ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico y a disminuir la placa bacteriana, manteniendo tu dentadura limpia.
Y por si fuera poco: besar involucra tantos músculos, que retrasa la aparición de las arrugas en tu rostro.