Es cosa de todos los días: tu perrito te da besitos en la cara para demostrarte cuánto te quiere. Y tú, como lo amas de vuelta, le das besitos también. Es bastante tierno, pero el problema es que esto podría no resultar tan positivo como parece.
El profesor de virología y bacteriología de la Universidad Queen Mary (Londres) John Oxford explicó que esto podría parecer bastante perjudicial para la salud.
“No es sólo lo que portan en la saliva”, explica Oxford. “Los perros pasan la mitad de sus vidas con su nariz en rincones sucios o pasando por encima de excremento de perros, por lo que sus hocico están llenos de bacterias, virus y gérmenes de todo tipo”.
Puede que parezca exagerado, pero hay casos que lo prueban.
Una mujer del Reino Unido, por ejemplo, terminó en cuidados intensivos por varias semanas víctima de un fallo multiorgánico luego de contraer una infección mediante la saliva de su galgo italiano.
Todo comenzó con una llamada. La mujer inglesa estaba hablando por teléfono cuando de pronto comenzó a tener dificultades para comunicarse. De inmediato llamó una ambulancia y, cuando los paramédicos llegaron, ella estaba en un sillón y sin conocimiento.
Cuando llegó al hospital, recuperó la conciencia y empezó a mejorar con la ayuda de los médicos. La noche anterior, la mujer sólo había tenido un dolor de cabeza.
Pero después de eso, las cosas no mejoraron.
Cuatro días más tarde, decayó y empezó a sufrir de confusión, dolor de cabeza, fiebre alta, diarrea y falla renal.
Luego, sufrió de insuficiencia respiratoria y falla hepática, lo que la terminó llevando a cuidados intensivos donde finalmente descubrieron que sufría de septicemia severa -esto es, infección en la sangre- como resultado de la contaminación vía la saliva de su perro.
¡A cuidarse!