Esta pareja había soñado por años con ser padres y tras varios intentos, Mike y su esposa Lisa lo lograron. Ella tenía 56 años cuando quedó embarazada y ambos estaban felices luego de saber que el premio sería doble, pues iban a tener mellizos.
Como era de esperarse, cuando llegó el gran día, los pequeños Dylan y Jordan nacieron a través de cesárea. Mike dice que el día que llegaron a casa todos juntos fue el día más feliz de sus vidas. No obstante, a los pocos días todo cambió.
Lisa cayó enferma a los pocos días del parto, se quejaba de dolores muy fuertes y permaneció en cama. “Ayúdame, Mikey”, fueron sus últimas palabras antes de ser trasladada al hospital. En ese lugar falleció, de acuerdo a WUSA9.
Después se enteraron que el médico que realizó la cesárea dañó su intestino, causando una infección que provocó la muerte de Lisa. Mike quedó devastado: apenas habían cumplido su sueño de ser padres y su esposa no estaría más ahí para disfrutarlo. Pero, al ver a sus dos pequeños, Mike supo que no podía quedarse de brazos cruzados. Tenía que salir adelante por ellos y eso fue exactamente lo que hizo.
El Dr. William Callaghan, portavoz del Centro para el Control de Enfermedades, coincide con él:
“La experiencia de ser negro en Estados Unidos es fundamentalmente diferente a la experiencia de ser blanco, y se traduce en resultados de salud”.
Además, la Dra. Barbara Levy, del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, agrega que a menudo “culpamos a las mujeres desfavorecidas y es completamente injusto”, asegurando que son problemas de cómo concebimos nuestra sociedad.
Aunque siempre desea que su esposa estuviera con ellos, no ha dejado que esto le impida criar de la mejor forma a los pequeños Dylan y Jordan. Mike dice que su difunta esposa habría sido una gran madre para sus hijos, si hubiera vivido para verlos crecer. Ahora, él decidió mudarse cerca de sus familiares en Nebraska para contar con más apoyo, sin embargo, ha hecho un trabajo increíble.