Es posible que te haya pasado en más de alguna ocasión que trataste de tener la misma afinidad en la cama con una persona que la que tenías al hablar. Puede que esa persona sea de tu mismo estilo, quizás hasta se divierten juntos, pero a la hora de los encuentros sexuales, las cosas se enfrían más de lo debido. Es ahí cuando nace la pregunta: ¿por qué con ciertas personas sentimos una intensa atracción que no podría explicarse, y con otras no experimentamos ni una pizca de lo mismo? La ciencia tiene la respuesta.
Según un estudio publicado en la revista Nature, el deseo se ve influido por un importante componente genético de nuestro sistema inmunológico que es el antígeno leucocitario humano (HLA). Al ser el antígeno una sustancia capaz de desencadenar la formación de anticuerpos, es aquí donde habría que buscar el por qué de esas esas atracciones que nos resulta imposible explicar a través de la razón.
De acuerdo a las investigaciones que se basan en un estudio de más de 250 casos, las personas buscaríamos a quienes tuvieran su HLA muy diferente al nuestro; y esto lo haríamos a través del olfato. En los fluidos corporales como la saliva y el sudor podríamos reconocerlo. La razón para buscar una pareja con un sistema inmunológico distinto al nuestro tiene que ver con la evolución: así, el sistema inmunitario de nuestros hijos sería más fuerte.
Como resultado de este encuentro entre opuestos, la descendencia de la pareja desarrollaría una mayor resistencia contra un amplio número de enfermedades.
El estudio también dio como conclusión que la similitud HLA afecta a las mujeres más que a los hombres, especialmente en términos de satisfacción sexual y el deseo de tener hijos. Y llegaron a la conclusión de que la coincidencia de HLA entre parejas afecta la asociación y la satisfacción sexual de ambos.
