Sea por diversión o con fines competitivos, muchas veces vemos que a los perros les tiñen el pelaje de manera brillante y vistosa. Y aunque creamos que es inofensivo “embellecer” a los cachorros de esta manera, no siempre es del todo positivo o siquiera seguro hacerlo.
Animalistas se alarmaron al ver a un hombre que llevaba a un perrito teñido de rojo brillante en las calles de Shimatari (Grecia). Cuando le preguntaron por su compañero canino, el tipo les contó que había comprado al perro por 175 dólares a su anterior dueño porque “le gustaba el color” porque hacía que se pareciera al personaje de televisión para niños llamado Clifford.
Los activistas estaban preocupados de que el colorante rojo puesto en la piel del perro pudiera ser tóxico.
Los veterinarios consultados confirmaron que el tinte que tenía puesto el perro, llamado Scarlett, era especial para cabello y que no había presentado ninguna reacción en su piel. Pese a ello, los activistas decidieron tomar al cachorro, llevarlo a un refugio de animales para limpiarlo y encontrarle un nuevo hogar.
Pese a que su pelaje aún no se encuentra completamente libre de tintura, el color se ha desvanecido bastante.
Scarlett ya tiene un nuevo dueño y está viviendo una vida feliz, muy contento de poder volver a tener el color natural de su pelaje.