El orégano es un arbusto de hojas perennes, cuyas hojas y flores se utilizan gracias a su característico aroma. Se puede cultivar casi en cualquier lugar, incluso en macetas, y prefiere los climas cálidos, secos y soleados.
El clima perfecto para esta hierba es el Mediterráneo, y de ahí justamente proviene el orégano con la mayor concentración de aceite esencial. Usualmente lo usamos para realzar el sabor de las comidas, sin conocer sus propiedades curativas y medicinales. Aunque generalmente lo consumimos seco, fresco mantiene mejor sus propiedades.
Las propiedades del orégano varían según sea empleado interna o externamente. A continuación te contamos de algunos de sus beneficios.
Alivia la inflamación:
El orégano es un antiinflamatorio y antiespasmódico excelente, y gracias a sus altas concentraciones de timol, fortalece los músculos y combate las enfermedades inflamatorias generales.
Es nutritivo:
Es una importante fuente de Omega-3 y pose minerales como el hierro, el magnesio, calcio y cobre. También entrega vitaminas B6, C, E y K, la última siendo fundamental para fortalecer los huesos.
Desintoxica:
Tiene capacidad de desintoxicar el hígado y ayuda a eliminar toxinas gracias a sus minerales y compuestos orgánicos.
Ayuda a nuestra piel:
El orégano concentra hasta 20 veces más antioxidantes que otras hierbas, e incluso sigue en la delantera en comparación a frutas como los arándanos. Esos componentes evitan el envejecimiento celular, beneficiando a la piel y a nuestro organismo.
Mejora la salud ósea:
Con los años, nuestros huesos se debilitan y corremos riesgo de fracturas. Por ello, es importante que nos alimentemos de forma saludable durante nuestra juventud. El orégano posee calcio y hierro, ambos minerales indispensables para fortalecer nuestro sistema óseo y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Otros beneficios del orégano:
El orégano seco es un alimento rico en fibra que ayuda a favorecer el tránsito intestinal. También ayuda a tratar enfermedades como el hipertiroidismo, previene el Parkinson y los problemas a la vista. Además, contribuye a una correcta coagulación sanguínea.
Para que puedas aprovechar todos sus beneficios, te recomendamos preparar esta bebida curativa.
Ingredientes:
- 3 cucharaditas de orégano fresco (o 1 cucharadita de orégano seco)
- 300 ml de agua
Preparación:
Hierve una taza de agua. Dentro de ella, pon el orégano y vierte el agua caliente. Tapa la taza y deja reposar por 10 minutos. Luego, cuela la infusión y endulza con una cucharadita de azúcar.
Efectos secundarios del orégano:
Esta es una planta muy segura dentro de las dosis normales, pero en exceso puede generar alteraciones nerviosas (agitación, hiperestesia), exageración de los estímulos táctiles, depresión, somnolencia, excitación cardíaca y entorpecimiento.
Muchas personas pueden ser sensibles a esta planta, y sufrir reacciones adversas al ingerirla principalmente a reacciones alérgicas.