Lo que le pasó a esta joven tiene que ver con el Síndrome de Intestino Irritable, que es realmente molesto para quienes lo padecen, especialmente porque el estilo de vida no puede ser igual que el de los demás. Se deben cambiar rutinas alimenticias y además seguir estrictas dietas para disminuir los desagradables síntomas.
Billie Geena, una bloguera de alimentos sabe muy bien de eso, pues a pesar de sufrir este molesto síndrome, existen ocasiones en las que tiene antojos de comer fuera de casa, pero debe ser muy específica al ordenar por su delicada condición médica. El problema es que su mayor temor se hizo realidad en un conocido restaurante de comida mexicana en Sheffield.
Lo que pasó es que Billie debe seguir una dieta estricta para evitar posibles dolores de estómago y calambres severos, es por eso que tuvo que pedirle a la mesera de “Amigos Mexican Kitchen” que cambiara algunos ingredientes del plato que pediría, sin explicarle nada al respecto. Pidió un filete sin cebollas, ajo o leche. Todo marchaba bien. La comida estaba exquisita y la atención también. Pero, cuando recibió la cuenta todo cambió y no fue precisamente por el valor.
#Sin cebolla, sin ajo, sin leche jaja
Una pequeña burla escrita a modo de hashtag en el recibo la alertó de que la mesera junto con el cocinero se habían estado burlando de su petición de cambio de ingredientes y se sintió completamente humillada.
“Llevo esta dieta estricta durante un año y ha sido difícil adaptarse. Sufro mucho con la enfermedad y hace aproximadamente un año tuve que seguir una dieta para descubrir qué causa que mis ataques sean peores” explicó Billie a The Sun.
La verdad es que Billie no tiene resentimientos con nadie, de todas formas publicó lo que sucedió en su Twitter para resaltar “lo molesto que puede ser este tipo de cosas para la gente”.
El dueño del negocio, en tanto, explicó que “me disculpé personalmente y hablé con el miembro del personal, a quien se le dio una advertencia verbal. Nadie debe burlarse de las personas con alergias o intolerancias alimentarias y aunque estoy tranquilo al saber que esa no fue la intención de la camarera, esto nunca debería haber aparecido en la factura“. Quizás de ahora en adelante considerarán una capacitación al personal para evitar que sus clientes sean burlados de esa forma. Pensamos que lo que hizo falta acá es empatía.