Conocida como la enfermedad silenciosa, la clamidia es una infección de transmisión sexual común (ITS) que es causada por bacterias y que raramente se diagnostica debido a que la mayoría tiene falta de síntomas. De hecho, es probable que no sepas que tienes clamidia pues muchas personas nunca desarrollan los signos, como dolor genital y secreciones de la vagina o el pene.
La clamidia afecta tanto a hombres como mujeres en todos los grupos etarios, aunque es más prevalente en mujeres jóvenes. Es una enfermedad muy fácil de tratar cuando sabes que la tienes, pero si no la tratas puede desencadenar serios problemas.
Síntomas
En etapas iniciales, las infecciones por clamidia a menudo causan pocos o ningún síntoma. Recién de una a dos semanas después de la exposición a la clamidia comienzan a presentarse síntomas leves y pasajeros que son muy fáciles de pasar por alto.
Algunos síntomas de la infección por clamidia pueden ser:
- Dolor al orinar
- Dolor en zona abdominal inferior (bajo vientre)
- Secreción vaginal en mujeres
- Líquido viscoso saliendo del pene en hombres
- Relaciones sexuales dolorosas en mujeres
- Sangrado entre períodos y después del sexo en mujeres
- Dolor testicular en hombres
La clamidia puede afectar también el recto, produciendo dolor rectal, sangrado o secreción. También puedes desarrollar infecciones oculares por clamidia (conjuntivitis) a través del contacto con secreciones infectadas.
Debes consultar al médico si sufres secreción de la vagina, recto o pene, o si presentas dolor al orinar. Anda al doctor si tu pareja sexual revela que tiene clamidia para que tu doctor te recete un antibiótico, aunque no tengas síntomas, pues seguramente te habrás contagiado.
Causas
Esta ITS es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que se disemina frecuentemente mediante el sexo vaginal, oral y anal. Es posible que una madre también infecte de clamidia a su hijo durante el parto, lo que puede causarle neumonía o una infección ocular grave al recién nacido.
Algunos factores de riesgo incluyen:
- Ser sexualmente activo antes de los 25 años
- Múltiples parejas sexuales durante el último año
- No usar un preservativo (condón)
- Antecedentes de infección previa de transmisión sexual
Complicaciones
La clamidia puede generar complicaciones al producir o facilitar el desarrollo de:
Otras infecciones de transmisión sexual (ITS)
Quienes sufren de clamidia tienen mayor riesgo de tener otras ITS, como la gonorrea y el VIH, virus que causa el SIDA.
Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Esta es una infección del útero y las trompas de falopio que causa fiebre pélvica y dolor, e incluso puede requerir hospitalización para aplicar antibióticos por vía intravenosa. La EPI puede dañar las trompas de falopio, los ovarios, el cuello uterino y todo el útero.
Epididimitis
La clamidia puede inflamar el epidídimo, el tubo en espiral que se encuentra al lado de cada testículo, provocando fiebre, hinchazón y dolor escrotal.
Infección de la próstata
Las bacterias de la clamidia pueden diseminarse en la glándula prostática, provocando prostatitis que puede provocar dolor durante o después de las relaciones sexuales, escalofríos, fiebre, dolor de espalda baja y dolor al orinar.
Infecciones en recién nacidos
La clamidia puede pasar del canal vaginal a su hijo durante el parto, causando una infección ocular grave o neumonía.
Esterilidad
Las infecciones por clamidia, incluso aquellas asintomáticas (que no producen síntomas), pueden causar cicatrices y obstrucción en las trompas de falopio, lo que puede causar infertilidad.
Artritis reactiva
Quienes tiene clamidia, tienen mayor riesgo de desarrollar artritis reactiva o síndrome de Reiter, que afecta las articulaciones, los ojos y la uretra (el tubo que transporta la orina desde la vejiga asta el exterior de tu cuerpo).
Prevención
La abstención sexual es la única forma de prevención de la clamidia que es completamente efectiva, pero otros medios de prevención con un alto porcentaje de efectividad son:
- Uso de preservativos: usa condón de látex masculino o uno de poliuretano femenino en cada contacto sexual para reducir el riesgo de infección
- Limita el número de parejas sexuales: mientras más parejas sexuales, más riesgo de contraer clamidia y otras ITS
- Asiste al médico regularmente: si tienes una o más parejas sexuales, habla con tu médico sobre la frecuencia con la que debes hacerte un examen de detección de clamidia y otras ITS
- Evita las duchas vaginales: no son recomendables pues disminuyen la cantidad de bacterias buenas en la vagina, lo que podría aumentar el riesgo de contagio
Ante todo, cuídate y no olvides consultar regularmente a tu médico.