Empezar una familia o es nada fácil. Las dificultades que puedes encontrar con tu pareja podrían destruir un sueño de años en apenas segundos. Así lo sabe bien Amanda, quien empezó una linda aventura junto a su esposo en Sidney (Australia), pero que terminó de forma muy lamentable.
Amanda y su pareja ahorraron por varios años para comprar la casa de sus sueños, y cuando la consiguieron, pasaron dos años arreglándola hasta convertirla en el hogar que soñaban.
Cuando lo consiguieron, la nueva meta era ampliar los integrantes de la familia. Pero aquí es donde comenzaron los problemas.
Ella y su esposo intentaron tener un hijo durante 3 años, pero siempre lo único que obtenía Amanda era un aborto espontáneo detrás de otro. Cuando por fin logró quedar embarazada y todo iba bien, la situación cambió de un momento a otro.
El esposo de Amanda decidió dejarla por otra mujer, sin pensar en la gigantesca deuda que le dejaría a ella, pues todos sus ahorros se habían ido en la casa de sus sueños.
Además, la mujer tenía 8 meses de embarazo.
En ese momento, Amanda se encontraba sin ingresos, con muchas deudas y un bebé en camino.
No sabía qué pasaría con ella.
Por suerte, siempre tuvo a su lado a una amiga que prometía ayudarla sin importar qué. Anna, su amiga, tuvo una idea poco tradicional, pero que probablemente ayudaría a Amanda a salir de su terrible situación.
Anna se acercó a la estación local de radio llamada KIIS, y pidió que consideraran la historia de su amiga Amanda.
Luego de escucharla y ver que necesitaba ayuda con urgencia, la estación de radio acudió a distintos negocios para que les donaran distintos artículos y servicios.
En el programa de radio, se muestra cómo un camarógrafo entra a la casa de Amanda, hallando cosas que no eran de su propiedad…
Una aspiradora simbolizaba los 6 meses de limpieza gratuita que alguien le donó, su refrigerador estaba repleto de comida sana junto a una promesa de entregarle más alimentos por los próximos 3 meses. Y en el mostrador, habían casi 4 mil dólares en artículos de bebés.
Pero cuando abrió el horno, Amanda se emocionó mucho más de lo que ya estaba…
En su interior habían 10 mil dólares apilados, dinero que había sido donado para que Amanda no se tuviera que preocupar de la hipoteca por un buen tiempo.
Amanda jamás se había esperado tanta generosidad desinteresada de decenas de personas conmovidas por su historia.
Estamos muy contentos de que las cosas le hayan resultado bien después de todo, y esperamos que su hijo nazca sin complicaciones.