Aprende A Reconocer Los Síntomas De Las Lombrices Intestinales De Los Niños

Sabemos que hablar sobre las lombrices intestinales no es agradable, pero a pesar de eso, estos pequeños gusanos blancos sí existen y se presentan en las deposiciones de los niños o alrededor de su ano. Aunque nos cueste trabajo creerlo, dichas lombrices están en el excremento de al menos la mitad de los niños menores de 10 años. Lo más relevante en este tema es saber detectar los síntomas e iniciar el tratamiento apenas las lombrices intestinales hagan su aparición y para ello, debemos reconocer los síntomas.

Síntomas

La picazón en el ano es el síntoma más común de las lombrices intestinales, así que si te das cuenta que tu hijo se rasca el ano más de lo habitual, es muy posible que las lombrices sean la causa. En el caso de las niñas, es muy posible que también les pique la vagina. El escozor tiende a aumentar en intensidad en las noches y puede perturbar el sueño del niño, pues allí es cuando las lombrices salen y depositan sus huevos en el ano. Sin mencionar que dejan mucha mucosidad, lo que contribuye al escozor. Otros síntomas de este padecimiento son: Pérdida de peso, infección en la piel alrededor del ano, dificultad para dormirse o para permanecer dormido, cama mojada.

Si tienes la sospecha de que tu hijo tiene lombrices intestinales, el único modo de estar seguros es buscarlas en el excremento de tu niño. Otra forma es que revises directamente su ano tarde en la noche cuando las lombrices son más visibles o cuando ya el niño se haya dormido. Las lombrices parecen pequeños trozos de hilo blanco y pueden llegar a medir 1 centímetro de largo.

Forma de contagio

Las lombrices se esparcen rápida y fácilmente, normalmente por no lavarse las manos adecuadamente o por llevarse las manos a la boca, dado que los huevos de las lombrices se adhieren fácilmente a las puntas de los dedos o se ubican debajo de las uñas. Se pueden transferir a los niños por casi cualquier cosa que toquen, incluyendo:

Ropa de cama, toallas y franelas, juguetes, cepillos de dientes, mascotas, muebles, utensilios de cocina, comida,  superficies del baño y la cocina.

Hora de decirles adiós

No queremos asumir que tenemos un brote de lombrices intestinales en la familia, pero es casi inevitable que los niños terminen afectados en algún momento y es esencial recibir tratamiento; de lo contrario, la infección se seguirá esparciendo y creciendo.

 

Si algún miembro de la familia tiene lombrices intestinales, existe un 75% de posibilidades de que otro miembro de la familia se infecte. Te recomendamos que todos en la casa reciban tratamiento incluso si aún no muestran síntomas. Los medicamentos más comunes para tratarlos son el mebendazol y la piperazina; ambos están disponibles en una dosis única y se consiguen en la farmacia sin receta médica.

Aunque el medicamento mata las lombrices, no acaba con sus huevos, así que, además de tomar el medicamento, también tendrás que llevar a cabo un tratamiento de desinfección, lo que quiere decir que debes dejar tu casa libre de lombrices para poder olvidarte para siempre se la situación.