En Staffordshire, Reino Unido, los trabajadores de un gran almacén de Amazon tienen que orinar en recipientes vacíos por el miedo a perder el trabajo si van al baño, de acuerdo a lo que ha denunciado un investigador de derechos laborales, según lo informa el diario británico The Sun.
Dicho almacén mide alrededor de 65.000 metros cuadrados y varios de sus 1.200 empleados tardan 10 minutos en acercarse a alguno de los dos baños disponibles que se encuentran en la primera de los cuatro pisos del edificio.
“La gente orinaba en botellas porque temía ser castigada o despedida por inactividad”, dice James Bloodworth, la persona que hizo la investigación en relación a este caso. Con el fin de hallar datos para escribir un libro sobre bajos sueldos en el territorio británico, este autor trabajó en el lugar durante jornadas de 10 horas en las que llegó a caminar más de 16 kilómetros diariamente. Es más, Bloodworth comprobó que Amazon controla a sus empleados en todo momento y compara que el depósito se asemeja a una prisión que incluso tiene scanners parecidos a los de los aeropuertos en donde revisan a todo el personal por si roban. Dicha firma además prohíbe llevar sudaderas con capucha, gafas de sol y teléfonos móviles por motivos de seguridad.
Mientras tanto, un representante de Amazon comentó que la empresa “se asegura que todos los empleados tengan fácil acceso a los baños, que se encuentran a poca distancia de sus puestos de trabajo” y describió el ambiente laboral como “seguro y positivo”, con “sueldos competitivos y beneficios desde el primer día”.