Son las glándulas del canal auditivo las que producen la cera de los oídos, usado como lubricante natural. Su principal fin es proteger a la zona de los microorganismos y agentes externos, evitando su paso hacia el interior del oído.
Su textura es similar a la de un gel, pero se compone de restos de células muertas y grasa, y es usada para mantener lejos los organismos infecciosos. Sin embargo, es conveniente limpiarla regularmente, pues su acumulación excesiva puede bloquear el conducto auditivo y provocando síntomas como zumbidos y disminución de la audición.
Sin embargo, es importante saber cómo hacer la limpieza pues el uso de hisopos de algodón o elementos similares puede traer diversos efectos contraproducentes. Existen para ello varias alternativas naturales que ayudan a removerla de forma segura, y a continuación revisaremos las más convenientes.
Agua oxigenada
El peróxido de hidrógeno es un producto natural que ayuda a remover el exceso de cera sin afectar el canal auditivo. Gracias a sus compuestos antisépticos, puede reducir la presencia de bacterias mientras el líquido drena los residuos extras.
Combina agua oxigenada y agua en partes iguales y, con ayuda de un gotero, pon 2 a 3 gotas en cada oído. Inclina la cabeza para que entre el líquido y, luego de 3 minutos, cámbiala de lado para remover los residuos.
Repite la aplicación cada 2 semanas.
Glicerina
La glicerina es una de las soluciones más empleadas para los problemas relacionados a la acumulación de cera en los oídos. Este ingrediente ablanda la sustancia, facilitando su eliminación en cuestión de minutos. Además, limpia el canal auditivo y ayuda a evitar las infecciones y zumbidos.
Pon un par de gotas en el oído, inclina la cabeza y déjala en esta posición por 3 minutos. Luego, limpia los residuos y repite la aplicación en el oído contrario. Hazlo una vez a la semana.
Aceite de coco
Gracias a sus propiedades lubricantes y antibacterianas, el aceite de coco es un ingrediente ideal para esta tarea. Calienta un poco de aceite de coco hasta que esté tibio, y aplica un par de gotas en cada oído dejando actuar durante 3 a 5 minutos. Luego, drena los desechos, Repite cada 2 semanas.
Vinagre de manzana
Sus ácidos naturales combatirán los microorganismos y ayudarán a reducir la inflamación, además de regular el pH de la zona para prevenir infecciones.
Combina un poco de vinagre de manzana orgánico con agua tibia y aplícalo en tus oídos usando un gotero. Inclina tu cabeza y déjalo actuar por 3 minutos. Limpia los residuos y repite su uso cada mes.
Aceite de almendras
Calienta una pequeña cantidad de aceite de almendras hasta lograr una temperatura soportable, y aplica de 2 a 3 gotas en cada oído. Inclina la cabeza, deja actuar por 3 minutos, drena la cera y limpia la piel alrededor. Úsalo cada 3 a 3 semanas.
Aceite de oliva
El aceite de oliva extra virgen contiene ácidos grasos y vitamina E, dos nutrientes que te ayudarán a lubricar la zona y a protegerla de las infecciones, además de limpiarla de los excesos de cera.
Calienta un poco de aceite de oliva de forma que esté tibio y aplica unas 3 gotas en cada oído y déjalo actuar de 2 a 3 minutos con la cabeza inclinada. Remueve los residuos y repite el uso cada semana.
Elige la opción que más te acomode y limpia tus oídos de forma natural y sin poner en riesgo tu salud auditiva.