Durante el desarrollo de los niños, estos piensan mucho en voz alta por lo que creemos que no se callan nunca y hablan y hablan sin parar.
Están siempre aprendiendo cosas nuevas y es su forma de expresarse, hablando en voz alta, lo que es muy normal.
Pero, ya siendo adultos se va perdiendo esa costumbre ya que el diálogo personal se va haciendo a nivel cerebral, aunque básicamente lo hacemos más por miedo a estar locos, que es algo malo o “anormal”.
Ahora bien, si a ti te pasa, por temor a lo que piensen los demás y lo reprimes, debes saber que se trata de algo que es muy normal. Se trata de personas sanas e inteligentes. Descubre porqué:
1. Mejora la memoria
Al repetir en voz alta, el cerebro retiene las palabras y las recuerda mejor. Esto pasa porque al oírlas se recuerda el doble: cuando es leída o escuchada y cuando es producida. Es por eso que estudiar en voz alta es más eficiente que hacerlo mentalmente.
2. Hablar mejora la autoestima
Mirarse al espejo, hablarse y darse ánimos, lo usan las personas con una gran inteligencia emocional como forma de automotivarse y lo hacen en voz alta. Esto ayuda mucho a sentirse más confiados y aumentar la autoestima.
3. Hablar solo ayuda a cerebro
Para tener concentración y poder llevar a cabo una tarea difícil, el hablar solo ayudará extra a tu cerebro. Verbalizar el problema, ver las opciones y sus posibles soluciones es un complemento para el proceso cerebral. Así se estará más concentrado en hacer la tarea y todo se hará más fácil.
4. Hablar solo permite tomar las decisiones fácilmente
Si debes resolver una situación complicada, hablar en voz alta te ayudará a encontrar una solución más rápida.
Al verbalizar tu problema serás capaz de establecer las conexiones ocultas si es que no las expresas en voz alta. Te ayudará a ver todas las opciones que tienes y poder analizarlas en detalle.
5. Hablar solo te conoces mejor
Te será más fácil reconocer tus virtudes y tus defectos por lo que llegarás a un conocimiento más profundo de ti mismo. Al hablar solo puedes ver tus errores y tus aciertos y ser consciente de ti mismo para rectificar lo que debes cambiar.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Recuerda que si no permites que alguien te llame estúpido ¿Por qué te lo dirías a ti mismo? El hablar solo te sirve para ver tus errores siempre y cuando puedas reconocer tus aciertos.
Lo mejor para saber si estás por buen camino, es que te hables a ti mismo como si le hablaras a tu mejor y más querido amigo.