10 Simples Formas De Sanar Tu Hígado

Sabemos que el hígado hace muchas cosas por nosotros y a menudo no hacemos lo mismo por él, pero no debemos desesperar ya que la clave está en los hábitos alimenticios y en los consejos que hoy te daremos para que puedas lograr una mejoría en cuanto al cuidado de este órgano.

El hígado es una especie de laboratorio perfecto capaz de ejecutar muchas  funciones que cuidan de nuestra salud y que nos ofrecen bienestar. Entre esas funciones está la destrucción de tóxicos y células viejas, metaboliza lípidos, glúcidos y proteínas, depura la sangre y almacena vitaminas esenciales para nuestro equilibrio.

Con estos simples consejos, harás cambios pequeños en tu día a día que te van a ayudar a sanar el  hígado.

 

1. Infusión de raíz de achicoria

La principal función de la raíz de achicoria es depurar la sangre y ayudar al hígado a optimizar sus funciones y se ha utilizado desde la antigüedad para limpiar el hígado.  Es un remedio natural que puede complementar los tratamientos destinados a disolver las piedras hepáticas o a curar la ictericia. También nos ayudan a corregir el estreñimiento y a aliviar el dolor de cabeza, es decir son muchos beneficios que no podemos dejar pasar. Te recomendamos consumirla al desayuno o después de tus comidas principales.

 

2. Alcachofas
Es por excelencia el vegetal más adecuado para tratar cualquier problema del hígado. Si la persona sufre de hígado graso, por ejemplo, no debe dudar en consumirlas de forma regular. Ya que ayuda a reducir las células de grasa y a conseguir que el tejido se renueve, evitando así la temida cirrosis hepática. Se puede comer las alcachofas cocidas con un poco de aceite o beberte el agua que has utilizado para cocerlas, mezclada con un poco de jugo de limón. Es un remedio fantástico aunque no es tan rico de sabor.

 

3. Infusión de menta y diente de león

La revista Global Healing Center propone que veamos al hígado como el filtro de agua motorizado de una pecera. Si en algún momento hay un exceso de toxinas en ella, todo el tanque se llena de contaminantes y los peces, en consecuencia, enferman. Con el hígado pasa lo mismo, ya que tenemos que entregarle mecanismos para que ese motor se mantenga siempre en óptimas condiciones. Para ellos debemos preparar una infusión diaria de 5 gramos de diente de león con 5 gramos de hojas de menta. Gracias a ella descompondremos las grasas del hígado, estimularemos la bilis, eliminaremos toxinas y facilitaremos la digestión. Te instamos a probar este simple tratamiento.

 

4. Jugo de remolacha (betabel o betarraga)
La remolacha o betarraga es ese tubérculo de llamativo color carmesí y sabor a tierra fresca, lleno de nutrientes para nuestro hígado. Favorece su regeneración, lo depura y lo fortalece. Es posible hacerse un rico licuado entre 2 y 3 veces por semana. Se debe mezclar con un vaso de agua y media manzana y verás como tu organismo lo agradece.

 

5. Un ajo en ayunas y cuida de tu hígado

Un diente de ajo en ayunas acompañado por un vaso de agua hará que nuestro organismo se acostumbre día a día a ir depurando toxinas nada más empezar el día.
Este antibiótico natural es rico en alicina y selenio, dos elementos esenciales que fortalecen y cuidan de tu hígado.

 

6. Limones
Podríamos decir que nuestro hígado necesita cada día un nivel adecuado de vitamina C.

Él no puede producirla ni sintetizarla. Es un tipo de vitamina que hemos de aportarle a través de nuestros alimentos, y de ahí que sea adecuado que cada día consumas el jugo de medio limón.

Acompáñalo con un vaso de agua tibia. Es recomendable también que, una vez por semana, le añadas a ese vaso de agua 3 gramos de bicarbonato de sodio. Gracias a ello conseguiremos un remedio alcalino muy adecuado para nuestro hígado.

 

7. Un vaso de té blanco al día

Esta bebida ancestral natural es la más rica en antioxidantes, mucho más que el té verde. Búscalo en tus tiendas naturales y comprueba que sea lo más puro posible, que tenga un tono plateado.

El té blanco cuida de nuestro hígado y de nuestra salud en general, así que no dudes en beneficiarte de él.

 

8. Cardo mariano
El cardo mariano tiene como función mejorar nuestras digestiones e impedir que las toxinas se almacenen en el hígado. Favorece su expulsión, estimula la producción de bilis y optimiza sus funciones básicas.

Puedes encontrar cardo mariano en las tiendas naturales o en farmacias especializadas. Suele venderse en forma de cápsulas o en bolsitas para infusiones.

 

9. Vegetales verdes

Las crucíferas no pueden faltar en tu alimentación como, por ejemplo, el brócoli, la col rizada, además, es muy adecuado que te prepares ricas ensaladas con esas verduras de sabor amargo que tanto cuidan de nuestro hígado como:

El berro
La rúcula
Las espinacas
La escarola
El rábano
El perejil
La endivia

Además nos permiten controlar el colesterol, mantienen en equilibrio las hormonas, metabolizan las grasas y purifican la sangre. El sabor amargo es en realidad una pista clara de que un alimento es bueno para nuestro hígado ya que este sabor indica que contiene fitonutrientes que nos ayudan a limpiar el organismo de toxinas.

 

10. Caminatas
No hay nada más que pensar: Salir a caminar cada día va optimizar todas tus funciones básicas. Se oxigena la sangre, ponemos en marcha nuestro corazón y favorecemos la eliminación de grasas y toxinas. Algo tan simple como transpirar  un poco, mover los músculos y acelerar nuestras pulsaciones pone en funcionamiento muchos más engranajes de los que pensamos, cuidando a su vez la salud de tu hígado. Así que ya lo sabes, no cuesta nada cuidar de tu hígado.