La salud de los pies en general es crucial, ya que afecta a toda nuestra estructura esquelética. Nuestros pies son de las posesiones más valiosas, especialmente si somos deportistas. Sucede que hay muchas pequeñas cosas que hacemos todos los días que ponen en riesgo el bienestar de nuestros pies. Algunos podólogos decidieron compartir los hábitos más dañinos para los pies que, desgraciadamente, la mayoría de nosotros practicamos. La salud de nuestros pies es muy importante para todo el cuerpo. Comencemos a hacer caso a los especialistas para cuidarnos y mantener nuestros motores sanos.
1. Cortar una uña encarnada nosotros mismos
La gran mayoría trata de resolver el problema a través de un procedimiento autodirigido en el hogar, a menudo realizado con instrumentos no esterilizados e ineficaces. Un resultado común es que una astilla infectada provoque una infección o desencadene un crecimiento carnoso llamado granuloma piógeno.
2. Correr una gran distancia con un nuevo par de zapatos
Hay quienes corren maratones y cometen el error de comprar un nuevo par de zapatillas cuando se acerca una gran carrera. Aunque sean del mismo modelo, aún no se han adaptado al pie y podrían dar lugar a que aparezcan ampollas o espinillas.
3. Usar la misma talla de zapatos para diario y para la actividad física
Los zapatos deportivos deben estar un poco más sueltos que los zapatos de calle, porque los pies necesitan más espacio para moverse cuando participan en actividades físicas. El uso de zapatos ajustados puede causar dolor y dañar las uñas de los pies.
4. Comprometerse con una talla de zapatos
Nuestros ligamentos y tendones cambian, al igual que la altura de arco disminuye. Por lo tanto, no es nada raro que la talla de zapato aumente en un año. Lo ideal es probar cada par y asegurarnos de que nos queda bien, sin juzgar por la talla exacta.
Muchas mujeres recurren a los zapatos planos como una alternativa en el trabajo o para paseo. Pero estos prácticos zapatos tienen poco que ofrecer en la forma de absorción del choque y causan una mayor presión sobre la bola del pie y el talón. Esta falta de apoyo puede traducirse en dolor de talón por estrés repetitivo, tendinitis por falta de estabilidad, metatarsalgia y fracturas por estrés.
6. Llevar zapatos desgastados
El uso de calzado desgastado que no ofrece el soporte adecuado puede dañar no sólo los pies, sino el esqueleto entero. Cuando un zapato es viejo y desgastado, se inclina la forma en la que caminamos, y puede obligar al pie a pisar de una manera antinatural y perjudicial.
7. Caminar descalzo en los vestidores
Caminar en un espacio de ducha pública sin zapatos facilita el contagio de hongos y otros virus. Siempre deberíamos usar chanclas para los baños.
8. Correr sin calcetines
Los calcetines absorben la humedad, evitan la fricción y las ampollas y añaden una capa de protección a los pies. Correr sin ellos aumenta las posibilidades de infección y lesiones.
9. Usar zapatillas para correr cuando no estamos corriendo
Las zapatillas de deporte están diseñadas específicamente para el movimiento hacia adelante, por lo que llevarlas mientras participamos en una actividad diferente puede dañar los pies, forzándolos a moverse en formas antinaturales. Por ejemplo, tanto el tenis como el baloncesto implican movimientos laterales, por lo que cada deporte exige su propio calzado.