¿Es sano comer pasta con tomates y queso? ¿hacemos bien las combinaciones de los alimentos al momento de preparar nuestros platillos? Puede que nos esforcemos por elegir productos que no sólo sean ricos, sino también sanos para nuestro cuerpo.
Pero a lo mejor no sabías ésto: los beneficios de unos ingredientes altamente saludables pueden ser minimizados por no combinarlos de forma correcta con otros.
A continuación te contamos de 8 combinaciones de alimentos que no se recomiendan, y además adjuntamos recomendaciones para disfrutar de una dieta realmente saludable.
Chocolate caliente con leche
El chocolate caliente tiene una buena cantidad de ácido oxálico, que bloquea la absorción de calcio. Además, cuando se combina con el calcio, este ácido promueve la formación de sales de oxalato, que en exceso te puede perjudicar los riñones. Obviamente no te pasará si tomas una taza de chocolate a la semana, pero si abusas de esta bebida (especialmente si sufres tendencia a cálculos en las vías urinarias), no deberías abusar de esta bebida.
Consejo:
Las grasas aumentan la absorción de oxalatos, así que si quieres tomar esta leche y evitar el exceso de estas sales, prepara el chocolate usando leche descremada.
Ensalada de verdura con aderezo de limón o vinagre
Vitaminas y nutrientes -como los acrotenoides- que se encuentran en los vegetales y hortalizas necesitan grasas para una buena metabolización. Por ello, para complementar la ensalada junto al aderezo de limón o vinagre, nos estamos privando de buena parte de sus nutrientes saludables.
Consejo:
Para quienes no gustan del aceite vegetal -aunque es una fuente de grasas poliinsaturadas que nos entrega belleza y juventud-, pueden añadir otros elementos ricos en grasas, como el aguacate, aceitunas o un puñado de nueces.
Pasta con queso y tomates
Consejo:
Recomendamos complementar la pasta con verduras frescas no ácidas o al horno u hortalizas de hoja verde como la albahaca.
Huevos con tocino
Al comer huevos con tocino estás consumiendo una gran cantidad de proteína animal, que científicamente termina causando más daño que beneficio. Su absorción supone un gran esfuerzo para el cuerpo, que termina por gastar más energía de la que la comida es capaz de entregar en un momento tan importante como la mañana.
Consejo:
Cambia el tocino por tomates, pues el antioxidante selenio de los huevos se asimila mejor en un entorno ácido proporcionado por los tomates. Y el licopeno de los tomates tendrá un mejor efecto en tu cuerpo al combinarlo con la vitamina E presente en la yema.
Salvado con leche
El ácido fítico del salvado se une con el magnesio y el calcio de la leche, formando compuestos insolubles, lo que hace que estos minerales terminen siendo inaccesibles para el cuerpo. Los granos de trigo y los copos de avena también poseen este ácido en cantidades menores, por lo que no se recomienda combinar con frecuencia estos productos con leche. Por ello, es recomendable tomar la leche sola, luego de hora y media de la comida.
Consejo:
Cuece el salvado antes de consumirlo, ya que el calor destruye el ácido fítico.
Copos de avena con jugo de naranja
La combinación de la avena con jugo de naranja, especialmente por la mañana, no te aportará toda la energía que necesitas. En realidad, te dará una sensación de incomodidad y pesadez en el estómago, debido a que los ácidos propios de la naranja hacen que la enzima que se encarga de descomponer los carbohidratos descienda de manera drástica. Por ello, tampoco deberías comer cereales junto a frutas o bayas ácidas.
Consejo:
Si quieres tomar jugo de naranja o bayas ácidas, deberías tomarlo una hora después de comer estos carbohidratos.
Pizza y refresco con gas
La mezcla de carbohidratos con proteínas y almidones, le toma al cuerpo mucha energía para su digestión. Y si le sumamos el azúcar del refresco, que disminuye la actividad del estómago, tendremos como resultado una sensación de pesadez tras comer y una hinchazón gigante en la barriga. Y como el estómago está lleno, el azúcar no puede llegar al intestino para descomponerse en glucosa. Así que si abusas de esta mezcla, puedes terminar con problemas en el estómago.
Consejo:
Consume cualquier alimento alto en azúcar luego de una hora y media después de comer.
Pan blanco con mermelada
Combinar la harina de trigo refinada con el dulce es una porción doble de carbohidratos rápidos, que provocan un brusco salto de azúcar. Te proporcionará una gran cantidad de energía por un corto lapso de tiempo, pero pronto vendrá una caída en la misma junto con un empeoramiento del estado anímico. Además, la fermentación que se produce en los intestinos provocará la unión de la masa de levadura con el azúcar. En general, no se recomienda comer pan de trigo refinado junto a mermelada estando con el estómago vacío, o tras dos horas de comer.
Consejo:
Reemplaza el pan blanco por el integral, idealmente sin levadura. Y mejor aún si en vez de mermelada usas miel en el pan, ya que no causa esa fermentación y, además, es un producto más saludable.
Obvio que no siempre podrás seguir al pie de la letra todas estas indicaciones en tu dieta, pero trata de cumplirlas en lo general y que las veces en las que las desobedezcas sean sólo excepciones.