La suerte nos puede pillar en cualquier momento y lugar: en las rebajas, en una montaña de lo que parece chatarra, en las obras o simplemente en tu propio jardín. A continuación te contamos las historias de 7 personas a quienes la suerte sorprendió de la manera más extraordinaria, volviéndose millonarios gracias a hallazgos muy casuales.
Pared de monedas
En plena ciudad de Windber (Pennsilvania, Estados Unidos) había una antigua casa que llevaba abandonada por lo menos unos 20 años. Un buen día, mientras jugaban, unos niños locales entraron al inmueble y hallaron un puñado de monedas antiguas cerca de una de las paredes.
Cuando le fueron a contar sobre su hallazgo a los adultos, ellos fueron a destruir una parte de la pared y de ella cayeron cientos de monedas que llegaron a sumar 8.500 USD. Eran monedas normales y otras raras, como algunas ediciones limitadas entre 1793 y 1857, con un precio de 200.000 USD.
Oro
Un granjero de la ciudad de Ballarat (Australia) se paseaba por los terrenos baldíos cerca de su casa con un detector de metales. Apenas el dispositivo comenzó a hacer ruido, empezó a cavar y se topó con pequeños pedazos de oro. Continuó excavan y muy pronto, apenas 60 centímetros bajo la tierra, halló una enorme pepita de oro que pesaba 5,5 kilogramos, y valía 315.000 USD.
La zona había sido peinada antes, pero nunca se había hallado nada valioso. Esta es la pepita.
Ópalo negro
La piedra recibió el nombre de “Royal One” (“Real”, de realeza, en inglés) y, según calificaciones de los expertos, su precio inicial en una subasta sería de unos 3 millones de dólares. Mira acá este extraño ópalo.
Sobres con dinero
En 2009, un albañil del Cleveland (Estados Unidos) llamado Bob Kitts se encontraba haciendo obras de construcción para su amiga del colegio Amanda Reece. Cuando estaba tirando las losas en el baño, halló por dentro de la pared dos botiquines de metal que contenían decenas de sobres con dinero dirigidos a la agencia de prensa P. Dunne. En total, contenían 182 mil dólares.
Aunque los amigos se alegraron por el hallazgo, no pudieron ponerse de acuerdo para dividir el dinero: Amanda le propuso darle a Bob un 10%, pero éste quería un 40%. Por ello, decidieron arreglar en la corte, en un proceso al que también se unió la agencia P. Dunne. Finalmente, el tribunal dividió el dinero por igual entre todos los litigantes.
El martillo perdido
En el año 1992, el granjero inglés Peter Whatling extravió su martillo. Entonces le pidió ayuda a su amigo Eric Lawes, quien tenía un detector de metales casero y podía ayudarlo a buscar en terreno. En los primeros minutos, Lawes halló una moneda de plata y decidió comenzar a cavar. Pronto encontró una caja de roble dentro de la cual había un collar de oro, joyas y centenares de monedas.
EL hallazgo se llamó “El tesoro de Hoxne” y tiene un precio de 15 millones de dólares. Todos sus artefactos fueron entregados al museo de Gran Bretaña, y a Eric le compensaron con 2,3 millones de dólares, los que compartió con su amigo. Pero el pobre Peter nunca halló su martillo.
Declaración de independencia
Un residente de Pennsylvania (Estados Unidos) compró un cuadro en una venta de garaje para adornar su casa. Le costó apenas 4 dólares. Cuando quiso cambiar el marco, entonces halló un documento adjuntado en la parte de atrás que resultó ser una de las 25 copias oficiales de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, elaborada en 1776. Terminó vendiendo el documento en una subasta por el precio de 2,4 millones de dólares.
Algo similar le ocurrió a Michael Sparks, de Nashville, quien compró la copia de la Declaración en una tiendita local de segunda mano a 2,48 dólares simplemente porque le gustó su apariencia. Cuando por fin se la mostró a expertos, resultó ser una de las copias hechas hace 184 años y fue vendida por 125.000 dólares.
Oro de los Lores ingleses
Terry Herbert, un arquéologo aficionado, le pidió permiso a su amigo de Staffordshire (Inglaterra) para revisar su campo usando un detector de metales con la esperanza de hallar algunas monedas. En apenas el primer día, hallaron cerca de 4 mil artefactos con un peso de 4,5 kilogramos.
Expertos descubrieron que estos artefactos pertenecían a los Lores ingleses, comandantes militares y clérigos religiosos del siglo XII, y que pudieron ser parte de un peculiar sacrificio a los dioses. El tesoro estaba avaluado en 5.300.00 millones de dólares.