6 Errores Que Comenten Todos Los Padres, Sin Excepción. Aquí Te Ayudamos A Cambiarlos

Todos los padres cometen errores, es un hecho, porque no hay seres humanos perfectos. Como es de esperarse, los padres a veces actúan de una manera incorrecta o pronuncian las palabras erradas. Las consecuencias de estas acciones pueden ser desastrosas para sus niños. Esta vez hemos seleccionado para ti 6 errores típicos durante la crianza. Esperamos que esta lista te ayude a criar niños sanos y sin cicatrices emocionales:

1. Sobreproteger

Siempre se debe hacer énfasis en la seguridad y decirle al niño todo lo que necesita saber para permanecer sano y salvo. Pero a veces, queriendo proteger a sus hijos, los padres terminan sobreprotegiéndolos.
Si se intimida al niño con historias sobre extraños malvados, animales peligrosos que viven en las calles o cosas por el estilo, el pequeño recordará que el mundo está lleno de cosas desagradables y es muy probable que se encierre en sí mismo. Si quieres explicar a tu hijo determinadas reglas de seguridad, hazlo sobre el terreno: antes de salir a dar un paseo o a un lugar en particular.

2. Destacar al niño entre los demás

Sabemos que para ti, tu hijo es el mejor y el más amado. Pero recuerda que eres un ejemplo a seguir, por lo tanto, si no muestras el mismo interés por todos tus hijos como también por sus amigos, las consecuencias no se parecerán a tus expectativas. Así, al niño le costará desarrollar la empatía y comunicarse con sus iguales.

3. Apresurarse siempre a ayudarlo

En el minuto que surge algún problema, el padre protector se apresura enseguida a solucionarlo por su cuenta. Casi a cualquier edad el niño es capaz de hacer frente a ciertas tareas específicas y realizables para él. Sólo sucede que los adultos a menudo lo pasan por alto y en este momento, el niño entiende lo que sucede de forma clara: no tiene que aprender a ser responsable de sus actos, porque mamá y papá siempre acuden a ayudarlo.
Este es el consejo, pase lo que pase, no te apresures a solucionarlo todo tú mismo. Si el niño ha hecho algo (rompió una ventana del vecino o discutió con su amigo), simplemente siéntate a su lado y habla con calma sobre cómo él mismo puede tratar de solucionarlo.

4. Apelar a los estereotipos

Tu hijo comienza a conocerse a sí mismo, así como al mundo que lo rodea. Aún no sabe cómo puede y quiere ser. Entonces, todos los caminos están abiertos para él. A veces, en el trato diario con el pequeño, a menudo acudimos a estereotipos propios del lenguaje, tales como “los hombres no lloran“, ”las niñas no hablan así” o “los chicos inteligentes no se comportan de este modo”. Estas frases, aparentemente inocuas, pueden ser interiorizadas por tus hijos. Entonces, comenzarán a pensar que deben vivir según las normas establecidas por los demás, incluso si éstas no les gustan o les parecen injustas.

5. Enseñar a reprimir sus emociones

Es lo mismo para el niño tanto como para el adulto, resulta normal experimentar emociones totalmente diferentes: tanto positivas como negativas. La prohibición de los padres de expresar emociones como la ira, frustración o el miedo no enseñará a los pequeños a solucionar el problema, sino simplemente a fingir que éste no existe.
Jamás debes prohibir a tu hijo llorar, gritar o incluso protagonizar una rabieta. En vez de eso, en la confidencialidad, habla con ellos para explicar de dónde provienen esas emociones negativas y qué hay que hacer para que le sea más fácil vivir con ellas y superarlas.

6. Pensar que conoces a tu hijo mejor que a nadie

Los niños van creciendo y cambiando  cada día. Definitivamente, hoy ya no es como lo conocías hace un año. Y todos los padres tenemos que estar preparados para que, en algún momento, nuestros hijos puedan cambiar por completo convirtiéndose en alguien totalmente distinto a lo que eran no hace mucho tiempo. En ningún caso te pongas triste por estos cambios o sueltes sermones del estilo “¡Cómo has cambiado!” Simplemente, no dejes de interesarte por las novedades que acontecen en la vida de tu hijo, de mantener conversaciones de corazón a corazón y descubrir nuevas y sorprendentes características de esta persona tan pequeña, pero que crece a cada minuto.

El mejor consejo que te podemos dar es que debes tratar a tu hijo tal y como querrías que te tratasen a ti.  Finalmente cada uno de nosotros fue hace tiempo también un niño.