Aunque muchos no las conozcan, uno de los atractivos turísticos más importantes de todo el continente latinoamericano son las famosas líneas de Nazca. Hablamos de dibujos gigantescos hechos en el suelo por una civilización ya perdida hace varios siglos.
Dichas creaciones fueron realizadas por la cultura del mismo nombre, que vivió en el departamento de Ico, en Perú, entre el año 100 y el año 600 d.C.
En 1994, estas líneas fueron nombradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y desde ese entonces han despertado la fascinación de profesionales de muchos campos, así como de todo tipo de aficionados. No obstante, es un reciente hallazgo arqueológico el que ha revelado que estas líneas no son las más antiguas de este tipo.
El nombre oficial de los dibujos de este tipo es geoglifos y estos habrían sido realizados aproximadamente entre 500 y 1000 años antes que las famosas líneas de Nazca, por los integrantes de la civilización conocida como “Paracas”. Sin embargo, a pesar de poder ser apreciados a simple vista, no habrían sido descubiertas hasta hace muy poco debido a que estaban en zonas poco accesibles. El grupo de geoglifos ha recibido el nombre de “Líneas de Palpa” y promete convertirse en uno de los reclamos más importantes para el turismo dentro del país.
¿Cómo fueron descubiertas estas líneas? ¿Qué diferencias presentan con las de Nazca?
Todo el proceso de redescubrir las líneas de Palpa comenzó en el año 2014, cuando un grupo de manifestantes de Greenpeace decidió realizar una protesta muy cerca de una de las líneas de Nazca más famosas, “El Colibrí”. Debido a su negligencia, la línea resultó dañada, por lo que el gobierno de Perú decidió contratar a un grupo de arqueólogos para ayudar a restaurar estas maravillas del mundo antiguo.
Uno de los integrantes del grupo de restauración, Castillo, es pionero en el uso de tecnologías como los drones para estudiar posibles sitios arqueológicos. Este profesor de la Universidad Católica Pontificia de Perú ya llevaba varios años estudiando el área mediante imágenes por satélite (especialmente gracias a la iniciativa GlobalXplorer), pero nunca había utilizado sus nuevos métodos allí.
Tremenda fue su sorpresa cuando, al sobrevolar el desierto con uno de sus drones, descubrió indicios de una gran cantidad de figuras desconocidas hasta el momento.
Los dibujos estaban en tan mal estado y en zonas tan poco accesibles que no se podían ver a simple vista ni desde los satélites. Sin embargo, la visión proporcionada por los drones permitió al equipo encontrarlas.
Desde ese instante, los arqueólogos empezaron a trabajar para restaurar estos nuevos dibujos. Luego de varios años de intenso trabajo, se han logrado identificar más de 50 figuras desconocidas hasta el momento, principalmente en la región de Palpa.
Diferencias con las Líneas de Nazca
Una de las teorías que más aceptación tienen sobre el tema es que las líneas de Palpa habrían sido realizadas como ofrenda para aumentar la fertilidad de la tierra. Sin embargo, hoy en día no hay forma de saber en qué estaba pensando esta antigua civilización cuando decidió realizar sus impresionantes dibujos sobre el desierto. Arqueólogos e investigadores de todo el mundo han mostrado su sorpresa ante estas nuevas líneas, ya que representan una gran cantidad de figuras humanas. Esto contrasta con los dibujos de Nazca, que están conformados sobre todo por líneas rectas y representaciones que recuerdan a animales.