La mujer había abierto la puerta de su casa, cuando le dispararon a quema ropa.
El asesinato ocurrió en mayo de 1990 en el domicilio de Marlene Warren quien se encontraba con su hijo pequeño y dos amigos de visita. En un minuto de la velada, sonó el timbre y Marlene fue a atender la llamada cuando el ruido de un disparo los sobresaltó.
Según se sabe la mujer se asombró de ver que frente a su puerta se encontraba un payaso con cabello naranjo. En un minuto pensó que se trataba de una broma pero no tuvo tiempo para reaccionar cuando, de la nada, le ofreció unas flores e inmediatamente le disparó con un arma que tenía en el bolsillo.
Al no haber cámaras ni testigos, la policía no pudo reunir material suficiente como para encontrar al culpable. Eso, hasta que pasaron 30 años para que la policía de Palm Beach pudiera, finalmente, resolver el extraño caso y apresar al asesino.
Los agentes siempre tuvieron a sospechosos en mente, como el caso del ex esposo de Marlene, Michael Warren, quien podría haber tenido razones suficientes al compartir los bienes raíces que estaban a nombre de ella. Pero con el transcurso del tiempo, empezaron a sospechar de Sheila Keen.
En esa época, Keen era la amante de Warren y se había enterado por vecinos, que el hombre seguía viendo a su ex esposa. Todo esto originó un ataque de celos que hizo que planificara y llevara a cabo el asesinato de Marlene. Hoy la culpable tiene 54 años.
Una de las evidencias que incriminaría a la mujer son los restos de un globo que llevaba ese día. Actualmente, Keen se encuentra detenida en espera por conocer su sentencia.