Julia Ismailova juega con hacer que las mujeres se maquillen como lo hacen día adía para luego ponerlas en manos de profesionales, logrando que el profesional del maquillaje ajuste su creación a lo que en realidad quieren sus protagonistas.
Aquí te dejamos 16 transformaciones.
“Lo primero que me llamó la atención
“Para ser honesta, aquí no había mucho que corregir: tanto la base como el lápiz labial estaban en sus tonalidades adecuadas. Sin embargo, el delineado que tenía ligeramente le otorgó a los ojos el efecto de ’parpados caídos’, por lo que un sombreado suave en los párpados superiores e inferiores alargaron y elevaron las esquinas exteriores de los ojos”.
“Para mejorar la apariencia de la piel, en primer lugar, siempre hago un tratamiento cosmético completo. Eso tarda aproximadamente 15 minutos, pero da un resultado sorprendente. En segundo lugar, en vez de aplicar una capa de base tonal, prefiero usar correctores de color para crear el efecto de una piel limpia y uniforme. Gracias a esto, puedes lograr un tono muy sutil y natural al máximo”.
“Quizás el maquillaje que hice no refleja el estado interno de la heroína y yo no suelo ’quebrar’ la voluntad de la gente. Pero en este caso, no me pude contener e, imperativamente, quise hacer de una mujer vampiro, un hada celestial, suave y joven”.
“El delineado de lápiz en la foto de ’antes’ endurece la mirada y solo crea la sensación de unos ojos ’tristes’. Le hice las cejas ligeramente más claras y le agregué calidez al rostro con la ayuda del rubor y las sombras cobrizas”.
“Ksenia me dijo que no le gusta pintarse las pestañas y prefiere los lápices labiales de tonos más oscuros y marrones, y lo más importante, no se fía de los iluminadores para el rostro. Teme que la piel se vea grasa por culpa de estos. Personalmente, me molestaba un poco el entrecejo que estaba con unos pelitos de más y le otorgaba demasiada rudeza… ¡Pero eso era todo! ¡Ya que es hermosa como una chica de la portada de una revista de moda! Le propuse mi ’versión’ de su maquillaje diario y, a juzgar por la cantidad de selfies, la sonrisa y el brillo de los ojos, ¡mi proyecto fue todo un éxito!”.
“La principal petición de mi protagonista fue crear una imagen empresarial que la ayudara a causar la correcta impresión en las reuniones de trabajo. ’Me perciben como una niña’, se quejó Lena”.
“Mi heroína es fuerte, tenaz, con un núcleo interno inquebrantable. Tales mujeres a menudo se encierran a sí mismas en cierto tipo de ’márgenes’, por ejemplo, en algún tipo de margen de colorimetría en el maquillaje, y eso me parece innecesario. No entiendo por qué la gente se divide a sí misma en personas de tipo ’cálido’ o ’frío’. Mi tarea esta vez fue crear un aspecto ’suave’. A mi parecer, pude lograrlo”.
“La frase ’Me cuesta encontrar un lápiz labial de color rojo que me siente bien’ o ’El rojo no me queda bien’, tradicionalmente, ya se ha convertido para mí en un llamado a la acción. Por supuesto, antes que nada, le corregí un poco las cejas. Después de eso, el rompecabezas se ’armó’ por sí solo”.
“Polina tiene 19 años. La tarea principal del maquillaje para ella consiste en ocultar sus mejillas rojizas, que literalmente se ’prenden fuego’ a causa de las emociones y los retoques. Pero consideré necesario resaltar primero unos ojos increíblemente bonitos y mostrar la belleza de su piel hermosa, suave y joven. ¡Y dejé las mejillas tal como están porque son tiernas y bonitas!”.
“María, 24 años. En la conversación se descubrió que en este momento ella prácticamente no suele maquillarse. Y lo que se ve en la foto de ‘antes’ es más una opción para la noche y no para el día. Pero no hace mucho, María andaba todas las mañanas maquillada de esa manera. Mi objetivo era mostrar mi visión del maquillaje diurno para ella”.
“Lena contó que pasa constantemente en ’lucha’ con su apariencia asiática, tratando de adaptarla a los estándares europeos. Ella ve su piel con las telangiectasias y los poros dilatados, con una pigmentación despareja, etc. Pero yo nunca veo nada de eso y no entro en discordia con ningún aspecto. Mi tarea es enfatizar todas las ventajas posibles que tiene mi protagonista. Y es lo que hice”.
“Lisa tiene 19 años. Ella es impactante. Cuando recibí su solicitud, ¡no dudé ni un segundo en aceptarla! Hablamos durante mucho tiempo sobre la vida, sobre lo que significa para ella el maquillaje en general. Sentí que no quería cambiarla, entendí su mensaje y me puse a trabajar”.
“Esta vez, una increíble cirujana de trauma ocular llamada Uma recurrió a mí para una transformación. Sobre todo, le preocupa el tema de la pigmentación y el vitiligo, que apareció después de su embarazo. A la izquierda está el maquillaje que Uma se hace todos los días, y a la derecha está mi versión con un ’mínimo’ de maquillaje”.
“Y esta fue la primera metamorfosis con la que, de hecho, todo comenzó”.
Sin duda cambios sutiles, pero importantes y es que el maquillaje tiene el poder de hacernos sentir más bellas y muchas veces menos es más, como en esta ocasión.