El origen de las toallas higiénicas se puede rastrear hasta el siglo IV d. C. Hoy, son productos que se pueden encontrar en casi todos los hogares. Están hechas de materiales diseñados para absorber y almacenar líquidos, manteniendo una capa externa suave y seca. Por este motivo, estos productos de higiene pueden tener muchos usos prácticos que no te esperabas.
A continuación te mostramos 11 usos poco convenciones de las toallas higiénicas y protectores íntimos.
Ambientador para cajones
Usa tus protectores y toallas para lograr que tus cajones siempre huelan muy bien rociándolos con tu perfume favorito o con tu aceite esencial preferido. Los dejas en el cajón de tu ropa, toallas o ropa interior y quedarán siempre oliendo muy bien.
Limpia la pantalla del móvil
El aceite de la piel, el polvo, el sudor, el maquillaje y el bloqueador solar. Todo eso se queda en la pantalla de tu teléfono, formando una película bastante desagradable encima de tu pantalla. El material usado para las toallas y protectores íntimos es suave y delicado ¡ideal para limpiar la pantalla del móvil! Añade una gota de agua y límpialo suavemente.
Trata los callos de tus pies
Evita que tu pie se deslice en tacones altos
Si amas usar tacones altos, habrás notado que en los días cálidos hay ocasiones en que tus pies sudan y se empiezan a deslizar o a pegarse a la plantilla de los zapatos. Evita esta sensación desagradable insertando un par de protectores íntimos en el interior de tus zapatos para que absorban la humedad sin ser visibles.
Mal olor en tus zapatos
Las bacterias aman el ambiente cálido y húmedo de nuestros zapatos después de que los usamos y sudamos en ellos. Como consecuencia, tenemos un olor horrible en nuestro calzado. Usa toallas o protectores íntimos en lugar de plantillas de zapatillas para correr o en los zapatos del trabajo para evitar los desagradables olores. Gracias a su superficie pegajosa, las toallas íntimas no se deslizarán y toda la humedad será absorbida por ellas.
Para los sostenes incómodos
Algunas veces el aro rompe la tela del sostén, creando una severa incomodidad al usarlos. Utiliza un par de protectores íntimos para tu sostén si tienes un aro incómodo y afilado: corta el protector y envuelve el aro con él, dejando hacia afuera el lado suave.
Limpia los derrames
Gracias a su poder de absorción, son una gran herramienta de limpieza para derrames pequeños, especialmente aquellos que pueden ocurrir en tu auto o alguna alfombra. Cubre el derrame con el lado suave aplicando un poco de presión y absorberá el líquido. Puedes usar dos si es mucho, y problema resuelto.
Despinta tus uñas
Si no quieres quedar con motas de algodón en tus uñas, los protectores íntimos son ideales para que retires el esmalte de uñas. Cota un pedazo de una toalla o protector y aplica unas gotas de removedor de esmalte. Este material es seguro y muy suave al usarlo en la piel.
Evita manchas de sudor
Para evitar manchas de sudor en tu camisa, especialmente en el verano, coloca un par de protectores íntimos en el área interna de la axila. Son delgados así que pasarán desapercibidos y absorberán la humedad al mismo tiempo, evitando esas horribles manchas amarillentas en tu ropa.
Vendaje o curitas
Si sufres una cortada leve o un rasguño que puede volver a abrirse con el uso del calzado, puedes colocar una toallita con el lado suave hacia la piel y mantenerlo ahí hasta que pare de sangrar. El protector absorberá toda la sangre y te protegerá de dañar la herida aún más.
Protector de gafas de sol
Cubre el lento con un protector y evitarás que tus gafas de sol se puedan rayar mientras están en su funda. También, como en el primer truco, puedes usarlos para limpiar tus gafas.