“Extraordinario”, La Película Que Te Dejará Llorando A Mares

El drama te envolverá.

Cuesta que una película tenga una historia dramática sin que caiga en el melodrama o exageración. Algo típico en la industria del cine. Siempre vemos a la típica familia con un problema que se va desenvolviendo a lo largo de la película rodeada de tragedias hasta que termina con un “felices por siempre”. Y justamente “Extraordinario” es así.

 

El director Stephen Chbosky (“Las ventajas de ser invisible”) está a cargo de la historia de un niño que sufre de una malformación llamada disostosis mandibulofacial. Su rostro está completamente desfigurado.

El niño, llamado Auggie, quiere esconder su condición bajo un casco de astronauta y es educado en casa para que no sufra de burlas en un colegio.

 

Sin embargo, al cumplir los 12 años, su madre (Julia Roberts) decidió inscribirlo en una escuela. Pero como era de esperarse, empieza a sufrir de bullying y malos tratos generando dramáticos momentos en la familia y en la vida del pequeño August.

 

Esta película intenta que se den las condiciones totalmente opuesta a lo que ocurre en la vida real. Que nos aceptemos los unos a los otros tal como somos usando frases del tipo “todos tenemos alguna cicatriz en el cuerpo” o “no naciste para ser ignorado”. El  guionista logra que nos emocionemos hasta la última fibra de nuestro ser y podamos empatizar con la realidad de Auggie.

 

Como cuando el niño debe ir a clases. Igual sentimos el mismo temor y miedo de que sea tratado mal o lo molesten. Por eso se recomienda tener muchos pañuelos para secarnos las lágrimas.

 

Gran parte del éxito de la trama es la tremenda interpretación de Jacob Tremblay. Ya estuvo en “Room” y demostró que lo suyo es la actuación. Puede interpretar a la perfección todas las emociones que debe vivir un niño tan inocente como Auggie, eso de sentirse excluido de la sociedad por ser diferente.

 

Lo único malo de la película es que el resto de los personajes son los típicos clichés del cine. El de la madre preocupada por su hijo y deja todo botado por él; y el del padre relajado quien da la nota de humor, interpretado por Owen Wilson, que casi no tiene mucha participación. También está la hermana que se siente apartada porque su hermano se lleva toda la atención, pero aún así, ama a su familia.

 

Además, los guionistas exageraron al contar todo tipo de tragedia en la trama. Eran tantas, que ya se esperaba que muriera alguno de los protagonistas.

Esta cinta es muy emotiva pero se convirtió en otra más de los tantos dramas de Hollywood. Y su final: predecible. Pero deberás verla tú para que tengas tus propia opinión.

 

Pese a todo, la película logra su objetivo que es el de hacernos entender que todos podemos convivir pesa a las diferencias y que pertenecemos a este mundo igual que todos.  Una cinta completamente conmovedora, triste pero hermosa al mismo tiempo.