Este Joven Se Aprovechó Del Error En El Precio De La Comida Para Perros Para Llevársela Toda

Un día cualquiera, Alan Santana, que vive en San Luis Potosí, México,  estaba un día cualquiera en los pasillos del supermercado “Soriana”. No obstante, al pasar por el pasillo donde se encontraba la comida para perros, quedó impactado con el precio de la bolsa de 25 kilos que costaba 18,5 pesos mexicanos, lo que quiere decir que costaba 1 dólar… algo realmente increíble.

 

 

Alan rápidamente notó que se trataba de un error, pero decidió no alertar al personal de la tienda. Tuvo una idea mejor: ya que el precio exhibido debe ser respetado, decidió comprar toda la comida que quedaba disponible para darla a perros callejeros y a albergues cercanos. En total, eran 18 paquetes y 450 kilos en total.

Pero una locura que detrás tenía la mejor intención de todas, que era alimentar a los perros callejeros. Así lo hizo, tomó las bolsas y se dirigió a la caja a pagar.

 

 

“Cuando me pidieron el efectivo, yo saqué sólo lo justo (según mis cuentas): 333 pesos. El cajero de inmediato me hizo cara de ‘¡WTF!’, por lo que procedí a sacar mi celular y a mostrarle la foto con el precio que ellos pusieron. Me quedé callado y esperando mis costales, en unos momentos de tensa calma. Se alarmó todo el “Soriana” y en menos de tres minutos ya tenía al subgerente de la tienda con un tono triste pidiéndome que no lo hiciera, porque el “chavo” que puso mal el precio lo tendría que pagar”, contó Alan en su perfil de Facebook.

Por supuesto que los trabajadores del supermercado trataron de evitar a toda costa que el cliente se llevara los costales, sin embargo no pudieron, porque los precios que se publican , deben ser respetados.

 

 

“Después de otro rato de tira y afloja en el que no cedí ni un centímetro, la gerente accedió a autorizar la compra y se retiró con dignidad. El subgerente, supongo que se ahogaba con sus lágrimas interiores, comenzó a marcar mis costales uno por uno, queriendo hacer lento el proceso para ver si con ello me arrepentía o me desesperaba, pero pues no, haciendo gala de mi paciencia, me compré un agua muy fría y unas Chip’s moradas en lo que ellos acababan el proceso de compra”, dijo.

 

 

Para terminar, Alan salió de la tienda con los 450 kilos de alimento para perros, decidido a entregarlo a albergues y a perros callejeros. De acuerdo a lo que él mismo dice, ahora lo conocen como “Lord Croquetas”.  Creemos que es un Robin Hood para los perritos que no tienen nada.

Con esto, pensamos que los dueños de “Soriana” no deben haber quedado muy felices, pero muchos perros de la calle disfrutaron de un festín gracias a este joven héroe.