El Mundo Dividido: ¿Aceptarías Que En Una Escuela Se Castigue A Los Alumnos Con Golpes?

¿Será la violencia física un buen método para educar?

Es como retroceder a los años ’30, luego de un período de guerra, llegó consigo la pobreza, no hay avances y se agranda aún más la brecha social.

No era de extrañar entonces el comportamiento hostil de las personas hacia el resto. Y golpear a los hijos, mujeres y a quien se les pusiera por delante, significaba el mejor método correctivo para evitar y cambiar conductas consideramos negativas. Por lo mismo, muchos dirán que fue bueno que les pegaran cuando pequeños, porque a ellos les sirvió.

Pero regresemos a nuestra época actual. Han habido algunos avances en cuanto a los derechos de los más desvalidos. Los mismos avance tecnológicos nos permiten interactuar más rápido y todo el nuevo conocimiento llega en segundos. Eso ha creado a personas un poco más reflexiva y conscientes cuando se trata de abordar los problemas sociales.

Pero curiosamente, en 2017, los encargados del distrito escolar Three Rivers de Texas, Estados Unidos, pudieron reinstaurar algo que se había olvidado: los castigos físicos en las salas de clases. Y la orden es simple, “Si un alumno comete una falta por más leve que sea, como faltar el respeto al profesor, o incluso si es ‘muy revoltoso’, habrá un encargado de darle un correctivo físico consistente en golpes con una tabla de madera en las piernas o el trasero“.

Aún cuando muchos consideren el castigo corporal como algo negativo  y que busca producir dolor físico para corregir a través del miedo, la medida fue mayormente aceptada en el parlamento. Obtuvo seis votos a favor contra uno.

Se estableció que el único facultado para llevar a cabo esta tarea sería el coordinador de conducta de la escuela.

 

El mapa de las golpizas


Esta actitud es condenada moralmente en más de la mitad del país; sin embargo, hay estados, sobretodo al sur de los Estados Unidos, donde se permite este tipo de correctivo en su legislación. Texas es uno de ellos junto a Arizona, Louisiana, Arkansas, Oklahoma, Mississippi, Alabama, y Florida.

El mapa muestra la regulación por zonas, en el azul claro está permitido; en el oscuro, está prohibida.

De acuerdo a un reporte publicado por The Washington Post en 2014, cada 30 segundos un niño era golpeado en una escuela pública.

En todo caso, para aplicar la medida correctiva se le pide autorización a los padres del alumnos a través de un comunicado de consentimiento. Una vez recibida, el menor queda registrado en una lista interna. De acuerdo a la superintendenta Mary Springs, si un padre no quiere, no hay nada más que decir.

 

Consecuencias

Según estudios recientes, este tipo de castigo trae consigo consecuencias a nivel institucional y a nivel personal en los alumnos cuyas familias aceptaron la medida. Un informe de noviembre del 2016, señala que esta clase de castigos dejaba serias secuelas a corto y a largo plazo en los niños.

Lo alumnos empeoraban las actitudes agresivas y el comportamiento desafiante. En el largo plazo, el panorama es desalentador ya que aumentan las posibilidades del abuso de sustancias nocivas y problemas de salud mental, como depresión, desórdenes de la personalidad y estrés post-traumático.

Pero todos tienen algo que decir. En noviembre de 2017, incluso la iglesia satánica había condenado los actos hostiles cometidos en las escuelas del distrito.

 

“Nuestra religión no cree en los golpes a los niños”.

Fue tanta la exposición mediática del cartel, sobretodo porque esta iglesia aboga por la expansión del mal en el mundo entero, que el Newsweek decidió entrevistar a Malcolm Jarry, co-fundador del templo, quien aseguró:

Un principio básico es que nuestro cuerpo está gobernado por la propia soberanía de cada uno, por lo tanto, se trata de un tipo de violencia avalada por el estado a través de castigos corporales lo que contraviene con los derechos civiles de la Primera Enmienda. Queremos que los niños sepan que pueden contar con nosotros y demandaremos al estado por violaciones a los derechos civiles”.

 

La controversia

Andrew Amaro, coordinador de conducta de la escuela Three Rivers, cree haber sido el primero en proponer el regreso de los castigos en 2017. Nacido en Texas, asegura que esta medida debería tener un efecto inmediato en los estudiantes ya que, según él, también fue golpeado cuando era estudiante, y asegura que funcionó.

Tiene un efecto inmediato porque sabes que si te metes en problemas con un profesor o eres irrespetuoso, serías golpeado por el director por ello“.

La medida lleva unos meses de implementación y muy poca gente se han pronunciado contra ella. Pero, dice, hay de todo: desde quienes la avalan, hasta quienes la condenan completamente.

Mientras tanto, y al menos en Texta, golpear como castigo está permitido en las escuelas bajo el consentimiento de los padres.

¿Funcionará? Habrá que esperar la primera generación.