Llevar a un refugio a un perro que no pueden o no quieren tener será siempre mejor que la terrible opción de abandonarlo en la calle. Pero tampoco es la alternativa ideal, pues esa no es la principal tarea de los refugios. La idea es que los refugios puedan salvar a los perritos de la calle, o recibir a quienes quedaron huérfanos tras la muerte de su dueño. Pero no están ahí para cubrir tu falta de responsabilidad y compromiso.
Debido a la gente que no entiende lo anterior, dos de los refugios más grandes de Atlanta (Georgia, Estados Unidos) se enfrentar a una de sus mayores crisis. A sus instalaciones han llegado más animales abandonados que nunca, y están completamente colapsados: no tienen más espacio.
“El pasado julio, llegaron en total 1.500 animales a los refugios, lo que es un número muy alto”, cuenta Karen Hirsch, la directora de relaciones públicas del refugio LifeLine Animal Project. “En julio del 2019 llegaron 1.804 animales a ambos refugios, así que tenemos 304 animales más de lo que deberíamos, lo que pone una presión enorme sobre nuestros recintos”.
Así es como, para poder asegurarles la supervivencia mientras esperan ser adoptados, cada jaula del refugio tiene entre 5 y 6 perros.
“Cuando ya se siente estrés en el ambiente, los perros pelean con más facilidad”, dice Hirsch. “Intentamos juntarlos entre aquellos que son similares y si es sólo uno de los perros el que está generando problemas, lo dejamos solo en una jaula pero pasa a ser un caso urgente”
Pese a que julio y agosto suelen ser meses pesados para los refugios, esto ha superado todas las expectativas. “No sabemos qué está pasando. Hay perros que llegan solos, perros y gatos que tienen cachorros, y gente abandonando a sus mascotas”, señala Hirsch.
Así fue como hace unos días, ambos refugios pidieron ayuda por redes sociales. “Necesitamos a nuestra comunidad, para ayudar a salvar a los animales de nuestra ciudad”, escribieron, pidiendo que la gente se ofreciera como hogar temporal o que donara comida.